Mazda lleva tres años vendiendo su motor Skyactiv X, que mezcla las virtudes de un órgano diésel —la respuesta en bajas revoluciones y el consumo de combustible— con las de un gasolina —la mayor eficiencia térmica y las menores emisiones—. Los ingenieros japoneses dieron con la idea de aplicar el método de combustión por compresión propio del gasóleo a una mezcla pobre de gasolina, en la que la relación de aire a combustible es prácticamente el doble.
Este sistema, exclusivo para la marca de Hiroshima, se denomina «encendido por compresión controlado por chispa» (SPCCI, por sus siglas en inglés) y sigue contando con una bujía, solo que su uso se reserva a la fase de compresión del motor, cuando un inyector pulveriza el combustible. Además, también tiene la capacidad de funcionar de manera convencional, que se reserva para los arranques en frío, el calentamiento y las cargas altas de aceleración.
Ahora, para 2021, Mazda ha actualizado el componente introducido en 2018 llamándolo e-Skyactiv X, debido al generador/alternador que permite aprovechar energía eléctrica y asistir al funcionamiento mecánico —además, le granjea la etiqueta Eco de la DGT—. Esta es almacenada en una batería de 24 voltios y permite reducir en 0,5 litros por cada 100 km su consumo, quedándose en horquillas de 5-6,5 litros para el Mazda 3 y en 5,7-6,6 litros para el CX-30, los dos modelos en los que se puede optar por este motor.
En cuanto a emisiones, también se da un paso adelante en estos dos vehículos: el compacto registra, según el ciclo de homologación WLTP, entre 114 y 146 gramos de CO2 por kilómetro; mientras que el SUV transmite entre 128 y 149 gramos. Esto supone un descenso de unos 10 gramos de media entre ambas generaciones.
La potencia que desarrolla el nuevo propulsor son 186 CV, seis más que el introducido en 2018; y cuenta con 240 Nm de par, 16 más. Se puede equipar tanto en transmisión manual como automática de seis velocidades o con tracción delantera o total. Está disponible en los niveles de acabado Origin, Evolution y Zenith para el Mazda 3 y solo en estos dos últimos para el CX-30. Esto supone que, para disponer de un e-Skyactiv X, se tendrá que pagar 27.645 (Mazda 3 Origin) o 32.075 euros (CX-30 Evolution), sin contar con las campañas de descuento por financiación, que pueden ascender hasta los 2.400 euros.
Previsiones para 2021
Para este ejercicio, Mazda se ha marcado como objetivo comercializar 17.260 unidades de toda su gama, lo que supondría un incremento del 21% sobre los resultados de 2020, marcados por la severidad de la crisis sanitaria. Dentro de este total, un 68% de las ventas serán motores electrificados, principalmente de sus modelos CX-30, 2 y 3, que cuentan con el sistema de hibridación ligera M Hybrid, aunque este año ya estará en pleno rendimiento su cero emisiones, el nuevo MX-30. Además, se prevé que de esas 17.260 ventas, unas 3.450 sean vehículos que equipen el nuevo motor e-Skyactiv X.