Una vez asentadas las bases de la nueva movilidad, Volkswagen ha decidido agilizar el paso en esta transformación, y ha anunciado que, a partir de 2030, el 70% de sus ventas de coches en Europa serán de eléctricos.
Este objetivo, que se enmarca dentro de Accelerate, la nueva estrategia de la marca, duplica la ambición inicial de alcanzar un 35% en esa fecha. Para ese mismo curso, en China y Estado Unidos esta cuota alcanzará un 50%, ha afirmado el CEO de la empresa, Ralf Brandstätter.
Para conseguir este propósito, la compañía presentará, al menos, un modelo eléctrico cada ejercicio. En 2021 llegarán, en el primer y segundo semestre, respectivamente, el ID.4 GTX y el ID.5, a los que se sumará, en otoño, el SUV ID.6, destinado al mercado chino.
Asimismo, VW ha anunciado que adelantará dos años, hasta 2025, sus planes para ofrecer un VE cuyo precio de salida rondaría los 20.000 euros, es decir, estaría por debajo del coste del ID.3.
Brandstätter recordó que el fabricante tiene pensado invertir, a lo largo del próximo lustro, unos 16.000 millones de euros en los ámbitos de electrificación, hibridación y digitalización. Para ello, «necesitamos contar con un margen operativo de un 6%, como mínimo», aseveró el directivo, quien dijo que se espera llegar a esta meta en 2023.
Digitalización, el siguiente paso
Por otra parte, el constructor está decidido a incrementar sus esfuerzos en el desarrollo de software, para que este llegue a convertirse en uno de los ejes principales de su actividad. «La transformación de la electromovilidad —ha apuntado el alemán— ha sido únicamente el comienzo; el verdadero cambio está por llegar».
Así, trabajará en modelos de negocio basados en el uso de los datos, que permitirán maximizar los ingresos en el ciclo de vida del vehículo.
También se simplificará el proceso de compra de los vehículos, dado que su configuración pasará a ser mucho más sencilla, y una vez en posesión del coche, los usuarios podrán adquirir en cualquier momento, gracias al servicio on demand, aquellas funciones que necesiten.
Además, la marca se prepara para democratizar los sistemas de conducción autónoma, para que “no sean solo un privilegio de unas cuantas personas”.
El modelo que abanderará los esfuerzos en esta materia será el Trinity, que se lanzará en 2026 y permitirá un nivel 2 de automatización —en el que todavía se requiere la supervisión de una persona en la circulación— y, en un futuro, el nivel 4, en el que no se requiere la intervención del conductor en entornos controlados.
