Tal y como estaba previsto, la rentabilidad del segundo trimestre de 2020 ha seguido en negativo para los distribuidores. Así lo pone de manifiesto la consultora Snap-on Business Solutions, que, al cierre de junio, detectó una ligera mejora respecto al 0,56% en rojo de marzo, alcanzando un -0,28% de beneficio sobre la facturación en las redes de concesionarios españolas.
Todo abril y la mitad de mayo fueron un periodo especialmente difícil, pues el confinamiento del Gobierno impuso un paro comercial que se tradujo en un descenso de la facturación del 39,1% respecto al mismo periodo de 2019. Ante la caída de los márgenes en Ventas (-40,2%), Posventa se hizo con parte de ellos—retrocediendo en menor medida, hasta un -30,9%—.
El rendimiento de la parte de taller se explica porque fue la única área de negocio que pudo operar durante el cierre al público, para prestar servicios esenciales. Además, una vez reanudaron las actividades, los clientes aprovecharon para realizar el mantenimiento de sus vehículos y prepararlos para pasar la ITV.
La búsqueda de un vehículo privado asequible —ya que se valora la higiene del vehículo privado ante el transporte público— hizo que primaran más los modelos de segunda mano sobre los nuevos en la facturación del departamento. Sin embargo, VN es el que ostenta el mayor margen de los dos (3,33% frente al 2,47% de VO) en el resultado final.
Así, Ventas, Recambios y Taller contribuyeron a los ingresos de las redes en un 83,1%, un 11,1% y un 5,8%, respectivamente. En cuanto al resultado, lo hicieron en un 48,3%, un 36,6% y un 15,1%. La parte comercial cedió un punto porcentual respecto al ejercicio anterior.
Dado que gran parte de los distribuidores se acogieron a ERTE por fuerza mayor, una de las señales positivas de estos tres meses es que los gastos generales se redujeron en un 15,5%.
Otro indicador recientemente introducido por la consultora en su análisis es el de Absorción, la capacidad de los distribuidores de cubrir sus gastos fijos con los ingresos de Posventa. A cierre de junio, este ratio fue del 49,5%, 11 puntos porcentuales menos que hace un año. Contar con un índice elevado en esta característica supone una mayor independencia de los altibajos del mercado y los picos de sierra que genera.
Para Pedro Jiménez Ferreira, director general de Snap-on en España, Portugal y América Latina, los resultados trimestrales indican que “la recuperación ya se ha iniciado, pues junio ha sido mejor de lo previsto en todas las áreas de negocio. Es fundamental mantener la estructura de gastos para poder presentar cifras positivas a final del ejercicio”.