La Comisión Europea propone endurecer la meta de reducción de emisiones de CO2 para los coches establecida de cara a 2030, para que esta pase del 37,5% al 50%, según consta en una comunicación enviada al Parlamento, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité Europeo de las Regiones.
El vicepresidente responsable del Pacto Verde, Frans Timmermans, ha afirmado que esta medida, que tendría que plasmarse en una iniciativa legislativa el próximo junio, es uno de los pasos necesarios para alcanzar el nuevo objetivo marcado por el Ejecutivo de Ursula von der Leyen: disminuir los contaminantes totales que se arrojan a la atmósfera en la región en un 55% para dentro de diez años —respecto a los niveles de 1990—, aumentando así la ambición actual, de un 40%.
Las propuestas apoyadas por Bruselas están basadas en “una evaluación de impacto integral en los ámbitos sociales, económicos y ambientales”. Dicho informe “contempla un recorte de alrededor de un 50% de las emisiones de CO2 de los turismos respecto a los niveles de 2021”.
La normativa actual respecto a los vehículos, cerrada a finales de diciembre de 2018 y fruto de las negociaciones trilaterales entre la Comisión, el Parlamento y el Consejo de la UE, también recoge que, para mediados de esta década, los turismos deben reducir un 15% sus emisiones en 2025, como paso intermedio al objetivo de 2030. Por el momento, Bruselas no ha hecho referencia a una posible modificación de este porcentaje.
“La producción y venta de vehículos eléctricos ya está despegando, y el hidrógeno promete nuevas formas de propulsión, particularmente en el sector de los camiones pesados, lo que nos indica que este escenario [el que proyecta un endurecimiento de la ley] es realista”, ha aseverado el órgano comunitario.
Asimismo, la Comisión presentará próximamente la Estrategia para la movilidad inteligente y sostenible, que tendrá como objetivo reforzar la transición del sector y facilitar el cambio de las unidades de combustión tradicionales a los eléctricos.