Llega la apuesta híbrida de Renault, denominada E-tech, después de 10 años de experiencia eléctrica, y lo hace con tres emblemas como son Mégane Sport Tourer —en 2021 llegará en la versión berlina—, Captur y Clio. Mientras que los dos primeros, que se fabrican en España, emplean tecnología enchufable, el último lo hace en modo convencional.
Los tres modelos se sustentan en un conjunto mecánico que combina un propulsor atmosférico de gasolina 1.6 de cuatro cilindros, que alcanza los 91 CV; dos motores eléctricos —uno de ellos principal y otro de apoyo, generador de alta tensión y encargado del arranque—, y una caja de velocidades de 15 relaciones.
En total, este órgano mecánico entrega 160 CV para el Captur y el Mégane híbridos enchufables, mientras que para el Clio híbrido convencional llega a los 140 CV. Esto se debe a la capacidad de la batería eléctrica, ya que en los dos tipos de tecnologías el conjunto motriz es idéntico. La diferencia es que los plug-in emplean un acumulador de la marca LG de 9,8 kWh y 400 V, que, al tener más voltaje, les permite desarrollar más caballos que la Hitachi del Clio de 1,2 kWh y 230 voltios.
Este desarrollo de Renault, que se vislumbró con la presentación del concept Eolab en el Salón de París de 2014, se ha sustentado en 150 patentes entre las que se incluyen algunas desarrolladas en la Fórmula 1 y otras que se han ido creando gracias a la experiencia eléctrica.
Número inmejorables
Detrás de la gama híbrida de Renault se esconden unas cifras difíciles de batir. El vallisoletano Captur híbrido enchufable tiene un consumo de 1,4 litros a los 100 y unas emisiones de 32 gramos de CO2 por kilómetro. Por su parte, el palentino Mégane Sport Tourer se queda en 1,3 litros y 28 gramos de CO2, homologados bajo el sistema WLTP. Esto se debe a que los SUV tienen una aerodinámica peor lo que lleva al Captur a gastar más.
Sin embargo, la autonomía en modo eléctrico puro no cambia y en ambos casos pueden desplazarse 65 kilómetros por ciudad o 50 en ciclo mixto. También es idéntico el tiempo que tarda la batería en cargarse. Con un enchufe doméstico a 2,4 kw el proceso lleva cinco horas, mientras que con uno tipo 2 Mennekes a 3,7 kw, que es lo que equipa de serie, se reduce a tres. Este tiempo, en principio, no se va a poder rebajar más aunque se incremente la intensidad, en ese caso haría falta cambiar el cable.
En el caso del Clio, la ficha técnica arroja un consumo de 4,3 litros y 96 gramos de CO2. Otras características que remarca Renault es que el 80% de la circulación en ciudad la puede hacer en modo eléctrico —dependiendo del tráfico— y que alcanza los 100 km/h en 9,9 segundos.
En cuanto a los modos de conducción en los tres modelos son similares, puesto que los enchufables ofrecen Pure (funciona solo en modo eléctrico si es posible), My Sense (que es el más equilibrado) y Sport, mientras que el híbrido convencional lo único que cambia es que el Pure se denomina ECO. Además, los recargables permiten reservar un mínimo de un 40% de batería si se se activa la función E-save.
Precios de la gama híbrida
Los precios de la gama híbrida parten de los 21.233,51 euros del Clio (intens). Este coche también se oferta con acabado Zen (22.482,12) y Edition (23.970,11), una vez aplicados los descuentos.
En el caso del Mégane Sport Tourer se ofrece con los paquetes intens (30.906,18), Zen (31.830,18), Business (31.170,17) y RS Line (33.766,17). Por último, el Captur está disponible Zen (31.024,16) y Edition (32.306,65). En todos los casos hay que restar las ayudas del Moves II para los híbridos enchufables o el Renove 2020 para el Clio híbrido.
Mientras que el Captur y el Clio ya se han efectuado las primeras entregas, en el caso del Mégane Sport Tourer se abrió el plazo de reservas el 15 de julio y llegarán al cliente en septiembre.
