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PSA alcanzará el punto de equilibrio en sus cuentas incluso vendiendo un 50% menos que en 2019

El consorcio francés se siente capaz de afrontar la crisis sanitaria, poniendo el foco en la gestión de la relación entre fábricas y concesionarios para regular el stock y en su alta liquidez, que acaba de ser ampliada con un crédito de 3.000 millones.

Philippe de Rovira, director financiero de PSA.
Philippe de Rovira, director financiero de PSA.

El Grupo PSA necesita alcanzar 1,74 millones de ventas en 2020, el 50% de las registradas en 2019 –que ascendieron a 3.488.930–, para llegar al break-even. Así lo ha puesto de manifiesto hoy su director financiero, Philippe de Rovira, en la presentación de resultados del primer trimestre del consorcio galo.

El ejecutivo ha asegurado que están trabajando con escenarios “muy duros”, en los que contemplan el cese total de la producción del fabricante durante tres meses y una recuperación muy paulatina. Pese a est supuesto, el directivo se ha mostrado confiado en que el margen operativo –cuya meta es alcanzar una media de 4,5% entre 2019 y 2021– “no sería negativo al cierre de ejercicio”.

La capacidad de PSA para capear el temporal es directamente proporcional a la liquidez con la que cuenta, que a cierre de marzo fue de 19.400 millones de euros. Estos, sumados a dos nuevas líneas de crédito –3.000 millones para el grupo y 800 para Faurecia–, hacen que la caja se sitúe en línea con el final de 2019. Aunque De Rovira prevé que sus pagos a proveedores, que tienen de media un plazo de 60 días, supongan un impacto para la empresa, su magnitud dependerá de la producción de las fábricas a finales del segundo trimestre.

El constructor está preparado para reactivar su actividad fabril en cualquier momento, pero necesita “tener los concesionarios abiertos antes de darle al botón”, recalcó. Una de sus prioridades es regular cuidadosamente el inventario para evitar excesos difíciles de gestionar. En las campas de la empresa, concesionarios e importadores existen 715.000 automóviles con las insignias de PSA, 1.000 menos que hace un año.

En el plan Push to Pass que presentó el director ejecutivo del consorcio, Carlos Tavares, en 2016, uno de sus objetivos era el de reducir el coste en 700 euros por vehículo producido hasta 2020. “La crisis sanitaria dificulta esta meta, pero no la hace imposible”, afirmó De Rovira. “Dependerá, en gran medida, del volumen de nuestras plantas”, refiriéndose a las economías de escala del grupo.

Un elemento clave en el ajuste de costes ha sido el lanzamiento de la última generación de modelos en el segmento B, con los nuevos Peugeot 208, 2008 y Opel Corsa, que comparten plataforma y, así, “sinergias extremas con proveedores”. Estos coches, además de ofrecer una variante 100% eléctrica, fueron responsables de alcanzar “el mejor enero en la historia de PSA” y cargarán, según De Rovira, con la recuperación de sus mercados.

La crisis sanitaria provocada por la Covid-19 ha resultado en una minimización de gastos –el presupuesto de Marketing, por ejemplo, se ha reducido un 90% y se ha limitado únicamente a canales digitales–, pero “ningún proyecto de I+D se ha visto cancelado”, y mantienen su estrategia de renovación anual del porfolio.

“Ventaja competitiva en CO2

Respecto a los límites de emisiones de carbono establecidos por la norma CAFE, De Rovira celebró que, cada mes, han quedado por debajo de los 95 gramos requeridos, principalmente por el buen desempeño del diésel. “Incluso en nuestras previsiones más conservadoras del 10% de cuota de gasóleo, habríamos cumplido con la regulación”, afirmó el directivo.

Por ello, entiende que PSA se encuentra en una posición de “ventaja competitiva” frente al resto de fabricantes en el mercado europeo y no considera que Bruselas deba revisar ni prorrogar los objetivos impuestos. Se suma, así, a la postura del Grupo Volkswagen, que “no serán menos ambiciosos” por las dificultades, según su presidente, Herbert Diess.

Ingresos de 15.179 millones

La facturación del consorcio galo se redujo un 15,6% en el primer trimestre, alcanzando 15.179 millones de euros frente a los 17.976 que registró en 2019. De estos, 11.934 fueron de la división de Automoción, un descenso del 15,7%. Este resultado fue templado por el efecto de su mix de productos, que aumentó un 5,3%, el de sus precios (+0,5%) y por la reducción de buyback por parte de la empresa (+3,5%). Faurecia, por su parte, ingresó 3.739 millones, un 13,5% menos.

En cuanto a regiones, Europa, su mayor mercado, registró 549.000 unidades (-30%); en segundo lugar, gracias al rebote turco en comparación con 2019, Oriente Medio y África fue responsable de 38.000 unidades (+44,1%); Latinoamérica vendió 24.000 (-26%) y China registró el mayor descenso, con 8.000 ventas frente a las 36.000 de 2019 (-78,2%). El resultado global ascendió a 627.000 matriculaciones, un 29,2% menos.

Las previsiones de mercado que maneja el grupo para 2020 son de recesiones del 25% para Europa y Latinoamérica, 20% para Rusia y del 10% para China, aunque “es muy difícil saber con certeza como finalizará el año”, concluyó el ejecutivo francés.

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