Con las fronteras europeas cerradas para los no comunitarios y un número de contagiados y víctimas mortales que no deja de ascender —78.680 y 3.410, respectivamente—, la crisis provocada por el coronavirus en Europa está obligando a los fabricantes de automóviles a cerrar las puertas de sus centros de producción de esta región.
Algunos ya comenzaron a hacerlo la pasada semana, especialmente por la situación en Italia, uno de los focos principales de la pandemia, junto con España —también golpeada por la situación, al ser el segundo de la UE con más peso en esta industria—, pero la mayoría han esperado hasta estos días para tomar unas medidas que, en algunos casos, mantendrán paralizada la actividad hasta el mes de abril.
Uno de los primeros en ponerse en marcha, debido a la caída de la demanda, fue Fiat Chrysler Automobiles, que el pasado día 16 anunció la suspensión de la producción de su filial FCA Italia y de Maserati.
Con ello, hasta el 27 de marzo estarán sin funcionar ocho de sus plantas: seis de ellas en Italia —en las que, previamente, el grupo italoamericano había ejercido cierres temporales de apenas un par de días—, una en Serbia y otra en Polonia.
También con esa misma fecha límite para retomar el trabajo, el Grupo PSA está haciendo una detención progresiva de sus centros europeos, “como consecuencia de la aceleración constatada en los últimos días de los casos graves de Covid-19 cercanos a algunas de las plantas de producción y de las rupturas de las cadenas de aprovisionamiento de proveedores importantes”.
Los primeros fueron el de Madrid y Mulhouse (Francia), este lunes, y el proceso terminará el jueves con el de Luton (Gran Bretaña) y Trnava (Eslovaquia).
En cuanto al Grupo Volkswagen, su presidente, Herbert Diess, reveló este martes en su presentación anual de resultados que la producción en el Viejo Continente se iría frenando a lo largo de estos días, durante un periodo que, “probablemente” se extenderá durante dos semanas.
De manera genérica, el directivo señaló que las fábricas de España, Portugal, Eslovaquia e Italia dejarían de funcionar antes de que acabe la semana; a estas, más tarde, se unirían otras de Alemania y más países europeos.
Sin embargo, este anuncio se ha complementado con los que algunos de los integrantes del consorcio han realizado de manera independiente. Por ejemplo, la marca Volkswagen ha confirmado que el parón tocará a sus fábricas de Wolfsburgo, Emden, Dresde, Osnabrück, Zwickau (todas ellas en Alemania), Bratislava (Eslovaquia), Palmela (Portugal) y Navarra, además de seis centros de componentes.
También Volkswagen Vehículos Comerciales dejará de producir durante diez días, desde este jueves, lo que afectará a sus factorías de Hannover (Alemania), Poznan y Wrzesnia (Polonia), así como Porsche, a partir del sábado 21.
Asimismo, el CEO de BMW, Oliver Zipse, ha decidido pausar, a finales de esta semana, la producción en sus plantas europeas y la de Rosslyn (Sudáfrica) hasta el 19 de abril.
Mientras, Toyota hará lo propio en cinco países (Francia, Reino Unido, Polonia, República Checa y Turquía), por la “aceleración” de las repercusiones sociales y económicas de la enfermedad, si bien no ha fijado una fecha estimada de reapertura.
Cierres en Francia y Reino Unido
Afectando el normal funcionamiento de una docena de instalaciones y de 18.000 empleados, Renault ha suspendido su producción en Francia, desde el día 16.
El galo no ha precisado cuándo la retomará, sino que únicamente ha mencionado que esto ocurrirá cuando “las condiciones lo permitan y se implementen las medidas apropiadas para responder de forma efectiva a la demanda del mercado”.
Por su parte, su socio de la Alianza Nissan ha cerrado su fábrica de Sunderland (Reino Unido), en la que trabajan unas 6.000 personas, desde el día 17 hasta finales de esta semana.
La que por el momento no ha parado su funcionamiento, en ese mismo país, es Jaguar Land Rover, que ha avanzado que seguirá montando coches en sus cuatro fábricas hasta, al menos, el viernes, aunque “todo dependerá de la cadena de suministro de piezas”.