Con la promesa de haberlo convertido en un coche "más espacioso, más práctico y más seguro que nunca", Skoda renueva el Octavia, uno de sus modelos emblemáticos, con su cuarta generación, que incluirá una variante GNC y una híbrida enchufable.
Sesenta años después de su lanzamiento, la marca checa ha querido dar una "nueva perspectiva" —como ha afirmado su CEO, Bernhard Maier, en la presentación celebrada en Praga— a un "icono" que a día de hoy continúa siendo un sinónimo de superventas, tras comercializar 6,5 millones de unidades en todo el mundo.
Dado que la variante Combi es la que, hasta el momento, mejor le está funcionando a la marca checa en el mercado (supone casi dos tercios de los Octavia que se comercializan), esta será la primera en llegar a las calles, el próximo mes de mayo; unas semanas después, le seguirá la berlina, en julio. Las versiones alternativas (gas y PHEV) serán las últimas en llegar, en septiembre.
El nuevo Octavia se presenta con motores diésel y gasolina, con potencias que van de los 110 CV a los 200 CV; y en los movidos por este segundo combustible se ofrece, por primera vez en Skoda, la tecnología mild-hybrid.
A estos se le sumará el modelo G-TEC, con un propulsor de GNC de 130 CV, así como una variante híbrida enchufable, el Octavia iV, con 204 CV y una autonomía en el modo puramente eléctrico de 55 kilómetros.
En cuanto al diseño, el vehículo ha conseguido ganar en aerodinámica —presume de un coeficiente de resistencia de 0,24, es decir, este factor se ha mejorado en un 14%—, lo que le hace más eficiente.
Asimismo, es ligeramente más largo (4.689 mm) y ancho (1.829 mm), mientras que la capacidad de su maletero también se amplía, hasta los 640 litros en la versión combi y 600 litros en la berlina.
Además de contar con unas llantas que alcanzan las 19'', equipa faros delanteros y traseros LED, que en la versión más alta se convierten en Full LED, una tecnología que la marca estrenó este año con el Superb.
A la hora de elegir el acabado, el cliente se puede decidir por el Active, el Ambition o el Style; más adelante, a estas opciones se les sumará el Scout, que aporta un aspecto más robusto, y el deportivo RS.
Interior renovado
Dentro del coche, el Octavia da un giro a su salpicadero y consola central, siendo fiel a su concepto simply clever, que apela a la sencillez y la practicidad.
En esta ocasión, entre otros aspectos, incluye el llamado head-up display; una función con la que los datos de navegación y la velocidad se proyectan en el parabrisas, por lo que el conductor puede consultarlos sin tener que bajar la vista.
Otra novedad es el cambio de marchas electrónico para la transmisión DSG, con lo que la palanca de cambios da paso a un interruptor con el que se pueden seleccionar los modos de conducción.
Para mejorar la seguridad del coche, Skoda integra el asistente de prevención de colisión, que incrementa la capacidad de giro del volante en situaciones de emergencia; la alerta de salida, que pone a los pasajeros sobre aviso si, al abrir la puerta, un vehículo o un ciclista se acerca por detrás; y un detector en el volante que identifica si el conductor ha perdido el control de la unidad.
Hasta dentro de unos meses no se conocerán los precios del coche, que por el momento, supone un paso más dentro de la estrategia del grupo para 2025, año en el que pretenden, entre otros objetivos, que un cuarto de sus ventas sean de modelos electrificados.