El presidente de Faconauto, Gerardo Pérez, afirma que, “paradójicamente”, el diésel será uno de los ejes fundamentales para que los fabricantes eviten las multas por emisiones de la Unión Europea y, en consecuencia, los coches se venderán “a precios de derribo” en 2020.
“Es necesario que suba en 20 puntos porcentuales en el mix de carburantes”, declaró a La Tribuna de Automoción en el marco de la 24ª edición de Internet Motors, celebrada hoy en Madrid. “Los fabricantes aprovecharán los últimos meses de 2019 para limpiarse de los vehículos más contaminantes”, a través de operaciones tácticas, sentenció.
Las relaciones entre las marcas y sus redes están siendo tensas, precisamente por la intención de las primeras de automatricular miles de unidades antes de que acabe 2019 y evitar, así, su cómputo en 2020. “Se trata de la salida fácil, pero es inadmisible que intenten trasladarnos sus multas a nosotros. Tenemos que encontrar un modelo comercial viable para ambos”, aseveró, insinuando que ya había ciertos constructores que estaban imponiendo unidades eléctricas a sus distribuidores.
Y es que los modelos cero emisiones son otro pilar fundamental para esquivar las multas de Bruselas, pues aquellos modelos que emitan menos de 50 gramos de CO2 cuentan por dos en los cálculos el año que viene. Por ello, hizo un nuevo llamamiento a la formación de Gobierno: “Es imprescindible para que se incentiven las ventas. Nosotros no podemos suplir la bajada de emisiones, son los clientes los que tienen que comprar los coches”.
Para evitar que se produzcan abusos por parte de las marcas, es importante que el sector de la distribución se encuentre en una posición de fortaleza, a juicio de Pérez. Aludiendo a la concentración de empresas a través de fusiones, un fenómeno frecuente en mercados competitivos, defendió convertirse en entidades cada vez mayores.
Crecer en tamaño sería un mecanismo de defensa, como también lo sería aprovechar sus puntos fuertes —“la capilaridad territorial y el contacto directo con los clientes”— para desarrollar nuevos servicios ofrecidos por los propios concesionarios, como alquiler o carsharing. Estos productos podrían llegar a funcionar a través de la plataforma Faconauto Marketplace, que surgió originalmente como un proyecto de VO para el stock de los concesionarios oficiales.