Agosto de 2018 fue un mes inusual para el mercado europeo, que experimentó un crecimiento del 31,2%, debido al efecto WLTP. La inminente entrada en vigor de la nueva homologación a partir del 1 de septiembre hizo que las matriculaciones se dispararan; un hecho que se vio claramente al comparar este resultado con los del mismo mes en ejercicios anteriores, como el +5,5% de 2017 y el 10% de 2016.
Era de esperar que, en consecuencia, los datos de agosto de este año notaran el impacto negativo. Y España, de acuerdo con los datos de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), ha sido el país de la región que se ha llevado la peor parte.
En este octavo mes, las ventas en la UE han retrocedido un 8,4%, con 1,04 millones de unidades. Dejando, además, en lo que va de año un acumulado de 10,52 millones, en comparación de los 10,86 millones del mismo periodo de 2018.
Únicamente siete países han marcado un dato positivo. Entre ellos, despuntan Grecia, con un impulso del 24,3%, y Hungría, con uno de 20,8%. Con un menor porcentaje, se encuentran Suecia (19,5%), Lituania (11,5%), Croacia (6,7%), Bulgaria (1,5%) y Letonia (0,8%).
Por otro lado, España encabeza el listado de naciones en rojos, por su descenso del 30,8%. Le siguen, a más de diez puntos, Portugal (-19%) y Rumanía (-18,8%).
En el resto de grandes mercados, el retroceso más notable se ha visto en Francia (-14,1%). Alemania, Italia y Reino Unido, por su parte, se han quedado con un -0,8%, un -3,1% y un -1,6%, respectivamente.
Respecto a los fabricantes, los tres grupos del automóvil con mayor volumen en Europa se han hecho con porcentajes negativos: Volkswagen (-7,7%), PSA (-5,1%) y Renault (-23,6%).