Después de meses de conversaciones, Ford y Volkswagen han dado el paso final para trabajar juntos en el desarrollo de vehículos eléctricos y autónomos. Para lo primero, el fabricante alemán compartirá con el estadounidense su plataforma MEB, mientras que para el segundo punto, ambos reforzarán su presencia en la empresa Argo AI, que pasará a tener una valoración de 7.000 millones de dólares.
En una rueda de prensa llevada a cabo en Nueva York, el CEO de VW, Herbert Diess, y el de Ford, Jim Hackett, compartieron detalles sobre su nueva colaboración, que sigue a la decisión de fabricar conjuntamente, a partir de 2022, comerciales y pick-ups.
Con ella —aseguran—, conseguirán ser más eficientes y economizar costos, si bien todavía no han precisado la cifra concreta en la que se traducirá este ahorro.
A partir de 2023, Ford producirá en en su fábrica de Köln-Merkenich (Alemania) 600.000 vehículos destinados a su mercado europeo, en un plazo de seis años, que estarán basados en la plataforma MEB.
“Estábamos dispuestos a abrirnos a un socio para escalar la movilidad eléctrica lo más rápido que pudiéramos”, y la entrada de Ford permitirá que fabricar VE sea más barato no solo para las empresas, sino también para los consumidores, ya que el precio de estos coches, en consecuencia, bajará, resaltó Diess.
Con los cambios en el sector, en el que también hay que tener en cuenta las pautas anticontaminación marcadas por las instituciones —la UE ha definido que en 2020 la media de emisiones de las marcas no deberá ser superior a los 95 gramos/km de CO2— aumenta la necesidad de invertir recursos extra, en un contexto en el que el mercado sigue siendo “muy competitivo”.
“Incluso para una compañía grande como VW es difícil (cubrir este desembolso), por lo que tiene sentido trabajar juntos”, ha apuntado el directivo alemán.
500 millones de dólares en Argo
En cuanto a los coches sin conductor, VW invertirá 2.600 millones de dólares en Argo AI, empresa de desarrollo de tecnología autónoma respaldada por Ford desde su creación en 2016.
De esta cantidad, 1.000 millones de dólares formarán parte de una inyección de capital. Por otra parte, la unidad AID del grupo alemán, valorada en 1.600 millones de dólares, se incorporará a Argo.
Asimismo, gracias a que VW adquirirá parte de las acciones que Ford tiene de Argo, valoradas en 500 millones de dólares, ambas compañías pasarán a tener el mismo peso en esta entidad, una vez el americano finalice su inversión comprometida en ella.
De esta forma, Argo, que ya está haciendo pruebas de este tipo de conducción en cinco ciudades estadounidenses y que está valorada en más de 7.000 millones de dólares, se convertirá en “la plataforma más grande” destinada a desarrollar sistemas de conducción autónoma, ha destacado Hackett.
La intención de los dos grupos por extender su colaboración en estos terrenos ya había sido manifestada en el memorándum de entendimiento que firmaron a mediados del pasado enero; previamente, el director financiero de VW, Frank Witter, había insinuado que desde el grupo estarían a favor de compartir su plataforma MEB con Ford.