Aunque alcanzar los objetivos marcados por la UE respecto a las emisiones de contaminantes será “un desafío”, Opel pretende cumplir con las metas —que establecen que la media de CO2 no deberá rebasar los 95 gramos por kilómetro en 2020—, gracias, entre otros aspectos, a la electrificación de su gama.
“Opel está comprometido a cumplir gracias a la electrificación y a los motores de combustión más eficientes”, aseguró el CEO de Opel, Michael Lohscheller, en el acto Opel goes electric, llevado a cabo en su sede de Rüsselsheim (Alemania). Según lo establecido por la UE, si los fabricantes europeos no llegan a los objetivos —en el caso de Opel, sus unidades contarían como parte de una única entidad, el Grupo PSA—, estarán obligados a abonar una sanción.
En el evento, la marca del rayo ha presentado la nueva versión eléctrica del Corsa, fabricado en Figueruelas (Zaragoza) y con la que este coche alcanza ya su sexta generación.
La reconversión de este icónico vehículo, del que se han fabricado más de 13,6 millones de unidades desde su presentación en 1982, forma parte de la decisión tomada por la alemana para que en 2024 exista una variante eléctrica de todos sus modelos. Ello, además, viene enmarcado en la estrategia Pace!, presentada en noviembre de 2017 por Carlos Tavares, líder del Grupo PSA, con la intención de hacer de Opel una marca rentable —objetivo que ya se ha alcanzado— y encaminada hacia la movilidad del futuro.
Anteriormente, se veía a los coches eléctricos como algo “futurista, exótico y fuera de alcance”, pero ha llegado el momento de hacer de estos vehículos una opción “real, accesible y fácil”, aseveró el CEO.
El Corsa-e comenzará a fabricarse en el primer trimestre de 2020, en la misma línea de producción que las motorizaciones convencionales, una diésel y otra gasolina, y las entregas comenzarán a partir de la primavera de ese mismo año. Junto a él, otros dos eléctricos llegarán a lo largo de 2020: el SUV Mokka X y la furgoneta Vivaro. A los que se añadirán, además, el híbrido enchufable Grandland X.
Aunque las reservas del Corsa-e se han abierto hoy para Alemania —donde la versión estándar costará 29.900 euros— y una decena de países más, en España habrá que esperar hasta el 4 de julio para hacerlo, así como para conocer el precio de venta.
Con una potencia de 136 CV, el Corsa-e cuenta con una autonomía de hasta 330 kilómetros. En su nueva versión eléctrica, el vehículo presume de una aceleración de cero a 50 km/hora en 2,8 segundos. En cuanto a sus medidas, tiene 4,06 metros de largo y un centro de gravedad más bajo respecto a sus antecesores (la posición del conductor disminuye en 28 mm), con una línea de techo tipo coupé que también desciende, en este caso, 48 mm.
La sexta generación incorpora avances en seguridad tales como el asistente de mantenimiento de carril y de ángulo muerto, aviso al conductor por somnolencia y el sistema de frenada de emergencia. Asimismo, cuenta con, entre otras tecnologías, cámara panorámica de visión trasera, asistentes de aparcamiento y maniobra. Por primera vez, el fabricante incluye en su segmento de coches pequeños el sistema de iluminación adaptativa LED, que varía dependiendo del tráfico y el entorno en el que se circule.
El Corsa-e First Edition viene de serie con un cargador trifásico de 11 kW. Cargando el coche en casa, Opel estima que la recarga completa tarda cinco horas, mientras que, en el caso de que se utilice el modo de carga rápida, se llega al 80% de la capacidad en 30 minutos.
Respecto al Grandland X, también presentado hoy en Rüsselsheim, empezará a producirse a finales de año, con lo que estará listo para emprender sus primeras entregas en los primeros meses de 2020. De 300 CV y con tracción en las cuatro ruedas, es propulsado por dos motores eléctricos y un motor de gasolina de cuatro cilindros. Cuando se opta por la conducción en el modo eléctrico puro, este SUV es capaz de recorrer hasta 52 kilómetros.
