La política del Grupo VW de concentración de producciones relacionadas con la electrificación, fundamentalmente, en Alemania durante la primera oleada de lanzamientos de productos es férrea y parece no permitir pequeñas excepciones. Una que podría haberse dado tuvo como protagonista la fábrica de Seat Componentes de El Prat de Llobregat (Barcelona), que optaba a adjudicarse la actividad del montaje de las baterías de los coches híbridos e híbridos enchufables que se fabricarán en 2020 en la planta vecina de Martorell, esto es, las nuevas versiones del León y el Formentor.
Este escenario, sin embargo, no va a hacerse realidad para decepción de la plantilla de este centro, que tiene entre ceja y ceja conseguir algún proyecto relacionado con el coche eléctrico que aporte mayor claridad al futuro de la factoría. Según han confirmado a La Tribuna de Automoción varias fuentes sectoriales, la dirección del consorcio germano descartó, a finales del año pasado, una propuesta de la planta catalana que habría supuesto la creación de aproximadamente 70 puestos de trabajo.
De este modo, Seat se sumará a los fabricantes emplazados en España, como Mercedes en Vitoria, que importarán las baterías, a diferencia de otros, como Renault o Nissan, que ensamblarán o ensamblan estos componentes en sus instalaciones de Valladolid y Barcelona, respectivamente, reduciendo los costes logísticos.
Retrasos con la MQ281
Pese a este pequeño revés para la fábrica de El Prat, esta tiene por delante, al menos durante la próxima década, un horizonte de importantes cargas de trabajo gracias a la nueva caja de cambios manual de seis velocidades MQ281, que se la adjudicó en febrero de 2017 y con la que Seat esperaba que su filial «superara su capacidad máxima de producción». De esta transmisión ya se están produciendo «algunas tandas para comprobar fallos».
Inicialmente, la previsión que manejaba la empresa era de fabricar alrededor de 90.000 unidades en 2019, no obstante, de acuerdo con la programación actual, se harán poco más de 37.600. Detrás de este desajuste está el retraso que va a sufrir la venta de los nuevos VW Passat o Golf, según fuentes del sector, que indican que la producción en serie de la caja comienza en la semana del 10 de junio, con una cadencia de 90 unidades diarias, para pasar en julio a 152 y en diciembre, a 500.
La reducción de la carga de trabajo prevista no supondrá un impacto en el empleo, puesto que la fabricación de la transmisión MQ200 —de cinco y seis relaciones— en su variante KA se va a alargar hasta finales de noviembre —su finalización se había fijado para unos meses antes—, momento en el que se dejará toda la carga para Skoda, en la República Checa. De este modelo, se prevén montar más de 143.770 unidades a lo largo del presente ejercicio.
Aparte de este hecho, el Grupo VW podría conceder de la otra versión de la MQ200, la GA, más de 15.000 cambios adicionales en el segundo semestre, lo que supondría la necesidad de convocar turnos adicionales, algo que no está sucediendo en el centro en 2019. Para esta caja, que está cerca de su máxima capacidad de fabricación (1.800 al día) se prevé un volumen de cerca de 408.160 unidades. Con ellas y las del resto de transmisiones, El Prat podría finalizar el curso con poco más de 604.000 producciones frente a las 743.000 de 2018.
Fuentes del sector declaran que el fabricante espera que la MQ281 pueda alcanzar su tope de cadencia, es decir, 1.800 cajas diarias, que representarían al año unas 450.000.
Avanza el proyecto en China
Por otra parte, la vuelta de Seat a China en dos o tres años sigue cogiendo forma. Y es que se ha firmado un nuevo acuerdo, el 27 de mayo, dentro de la joint venture entre la china JAC y el Grupo VW
—de momento, la española no entra en el 50% del accionariado que posee la corporación alemana—, en el que se concretan las condiciones de colaboración de los socios. Este hito se hizo aprovechando una visita de una delegación del Gobierno asiático a Martorell, que contó con la presencia del presidente del Grupo VW, Herbert Diess. La citada empresa conjunta producirá coches eléctricos, basados en la variante de la plataforma MEB para pequeños utilitarios que está desarrollando Seat.
