Después de tres trimestres de pérdidas, Jaguar Land Rover ha vuelto a los números verdes, con un beneficio de enero a marzo de 304 millones de euros antes de impuestos. Sin embargo, el balance de el ejercicio 2018/2019 (que finalizó el pasado 31 de marzo) refleja unas pérdidas antes de impuestos de 405,38 millones de euros.
En cuanto a los ingresos, han caído en comparación con el año anterior un 6,1%, hasta quedar en 27.418 millones de euros.
Durante 2019, las ventas también descendieron un 5,8%. Este retroceso, según explican en la empresa, se debe fundamentalmente a la pérdida de fuerza en el mercado chino, que no ha seguido la línea de los buenos resultados obtenidos en Reino Unido y EEUU.
Aun así, JLR destaca que últimamente la demanda se ha avivado gracias a nuevos modelos como el SUV E-Pace o el eléctrico I-Pace.
Pese al descalabro anual, el director financiero de Tata Motors, P.B. Balaji, sostuvo que en el próximo ejercicio anual se volverá a los beneficios, por la estabilización del sector en China y el control del los gastos.