La carta de presentación de Audi para su ofensiva en el mercado del eléctrico premium tiene nombre propio: e-tron, un SUV con una autonomía de 417 kilómetros con el que la marca de los cuatro aros demuestra que puede emprender la transición hacia las energías limpias sin perder su esencia. El primer vehículo totalmente eléctrico del fabricante, armado en Bruselas, abre el camino que llevará a que, según sus estimaciones, en 2025 uno de cada tres coches que vendan funcione con esta tecnología, ya sea de manera pura o híbrida.
Con 4.901 mm de largo, 1.935 mm de ancho y 1.616 mm de alto, el e-tron, cuyas matriculaciones empezaron en España el pasado marzo, tiene espacio para cinco pasajeros y una capacidad de 600 litros en el maletero. Gracias a sus dos motores eléctricos —uno situado en el eje delantero y otro en el trasero— alcanza una potencia de 265 kW (355 CV) y 561 Nm de par, que asciende hasta los 300 kW (408 CV) y 664 Nm de par cuando se activa el modo boost.
Asimismo, consigue una aceleración de cero a 100 km/hora en 5,7 segundos, e integra un sistema de tracción integral quattro actualizado, que ofrece mejores condiciones de agarre en el asfalto, incluso en condiciones climatológicas adversas. A la hora de recuperar energía —lo cual se consigue al levantar el pie del acelerador o al pisar el freno—, el usuario decide si quiere hacerlo a través del modo automático o el manual, mediante el uso de las levas, con tres niveles diferentes seleccionables.
Sin retrovisores
Respecto al diseño, el e-tron guarda ciertas similitudes con el Q7 y el Q8. En el frontal, la parrilla octogonal se hace más ancha y más baja, mientras que en la parte trasera, una banda de luz atraviesa el coche de un lado a otro. Por otro lado, la caída posterior del coche favorece la aerodinámica; uno de los conceptos en los que más ha trabajado Audi a la hora de configurar el todocamino.
La aerodinámica es la razón por la que Audi ha tomado la arriesgada decisión de eliminar los espejos retrovisores (de forma optativa), para sustituirlos por cámaras cuyo contenido se muestra en pantallas laterales ubicadas en el interior del vehículo. Así, se consigue un coeficiente aerodinámico más bajo que en SUV comparables (en concreto, de 0,27) y, además, de acuerdo con el fabricante, se garantiza una mayor seguridad, dado que, por ejemplo, se eliminan riesgos como que los retrovisores se llenen de gotas cuando llueve, lo que dificulta la visión.
A la hora de elegir los acabados, el e-tron se puede adquirir en la versión Básica, Advanced, Sport y Black Line, con unos precios iniciales que van de los 82.450 a los 96.960 euros. A estas se le suma la llamada Edition One, limitada a 2.600 unidades y que se comercializará solo en algunos países en los que la marca tiene presencia, incluido España. Esta versión, con un precio de 115.030 euros, es la única en la que está disponible la carrocería en color azul Antigua, e incluye detalles como llantas de 21 pulgadas o los ya citados retrovisores virtuales.
Por último, el e-tron incorpora de serie un sistema de carga de 11 kW si se conecta a un enchufe trifásico de 400 voltios o de 2,3 kW cuando lo hace a un enchufe normal de 230 voltios. El primero permite una carga completa en unas ocho horas y media, tiempo que se reduce drásticamente si se acude a un punto de carga rápida (de hasta 150 kW), en los que, en menos de 30 minutos, el SUV estará listo para continuar el viaje, con el 80% de la capacidad.