El fabricante francés, después de registrar unas ventas de 3,88 millones de unidades (+6,8%), contabilizó unos ingresos de 74.027 millones de euros, lo que representó un crecimiento del 18,9% respecto a 2017. Esta alza se cosechó con una mejora tanto del perímetro de Peugeot, Citroën y DS (+5,6%) como del de Opel-Vauxhall (+153%). En este segundo caso, el fuerte repunte se explica por el hecho de comparar todo un ejercicio con los cinco meses finales del precedente, periodo en el que la marca del rayo ya formaba parte de PSA.
A partir de esta evolución positiva de la actividad comercial, la empresa reforzó notablemente su Ebit, que ascendió a 5.689 millones de euros (+43%), lo que dejó su margen operativo en un 7,7% sobre la facturación, 1,3 puntos más que en 2017. PSA destaca que logró este importante nivel de ganancias, pese al impacto negativo de la tasa de cambio y al mayor coste de las materias primas. Unos factores que, según explica, fueron neutralizados gracias a un mejor mix de ventas, con precios más elevados, y a la política de reducción de gastos que sigue aplicando.
En cuanto al resultado neto, se experimentó un incremento del 40,4%, hasta los 3.295 millones, es decir, un avance de 948 millones. Con este cierre, la compañía ha anunciado un dividendo de 0,78 euros por acción, que tendrá que ser aprobado en la próxima Junta General de Accionistas.
Prioridad: mercados no europeos
PSA se adentra en la segunda fase de su plan estratégico, entre 2019 y 2021, con unos objetivos muy consolidados. En materia comercial, buscará a finales de este periodo contar con unas ventas fuera de Europa un 50% mayores, posicionando, por ejemplo, a Peugeot en Norteamérica, Citroën en India y Opel en Rusia, mientras que para DS espera seguir ampliando su radio de acción. Esta expansión del grupo se sustentará con una ofensiva de producto, que se materializará con 116 lanzamientos en los próximos tres años, que dejarán la edad media de la gama en solo 3,5 años, una oportunidad para impulsar el beneficio por operación.
El despliegue de vehículos se acompañará de una aceleración de la electrificación de los modelos. Así, en 2021 el 50% de la oferta contará con opciones electrificadas frente al 100% en 2025.
Poniendo el foco más a corto plazo, la empresa gala dibuja un entorno de mercado para 2019 con contrastes. Mientras que prevé que China y Latinoamérica registren un ejercicio negativo en ventas, con un -3% y un -1%, respectivamente; estima estabilidad para el Viejo Continente y un crecimiento del 5% en Rusia.
