El director general del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), Joan Herrera, ha declarado que cuando se alcancen unos volúmenes relevantes de producción de vehículos eléctricos "seguramente habrá menos gente trabajando en las factorías, que son tan determinantes en España y un elemento clave en nuestra política industrial", sin embargo esa pérdida de fuerza laboral se compensará con la expansión de los nuevos servicios de movilidad compartida.
"Habrá mucha más gente en la garantía del servicio para que cuando se coja un eléctrico», por ejemplo, "no haya que quedarse en Madrid solo en la M-30, sino se pueda ir hasta 200 kilómetros a las afueras y dejar allí el vehículo. Eso es un elemento central", subrayó el responsable del organismo, quien participó ayer en una mesa redonda del segundo Congreso de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA).
Herrera expresó que "hay que tratar de hacer que el transporte sea un elemento central en la transición energética", toda vez que representa "un 40% del consumo de energía en el país". "Debemos electrificar, pero también repensar el sector", añadió el directivo, para a continuación apuntar que la Administración tiene que "acompañar la electrificación". "Vamos a sacar dentro de poco el real decreto del Movalt, en el que vamos a dar señales en ese sentido", remachó.
En declaraciones exclusivas con La Tribuna de Automoción, indicó que todavía está pendiente que Hacienda valide el traspaso de los 16,6 millones de euros de Industria a Energía, que se añadirán a los 50 que tenía el IDAE presupuestados para este año. Sobre la posibilidad de que el programa de incentivos beneficie en mayor medida a los eléctricos, confirmó que "la mayoría del presupuesto" sería para este tipo de vehículos, lo que supondría cambiar el esquema del Movalt, que en su primera edición no reservaba fondos por tecnología —solo se bloquearon 600.000 euros para motos eléctricas—, y pasar a uno similar al Movea.
En el caso de la primera convocatoria de las ayudas del IDAE, el gran beneficiado de que no hubiera compartimentos estancos fue el gas (Gas natural y GLP), que copó conjuntamente un 51% de un total de 20,9 millones —el plan se lanzó con 20 millones de dotación y los 900.000 euros restantes correspondieron a la lista de espera—. Mientras tanto, los eléctricos consiguieron 10,25 millones, un 49%.
Aparte de ver cómo se enfoca el proceso de electrificación, Herrera precisó que es necesario "abrir una reflexión" sobre "si vamos a mantener un modelo de relación con el vehículo como propietarios o como [usuario del] servicio". "El cambio de cultura, a mi entender, es que transitemos cada vez más a una en la que en el transporte se garantice el servicio, pero no necesariamente la propiedad", indicó, para después completar que con esta tendencia se "tendrá un parque más electrificado, pero seguramente más dimensionado y eso significa una transición más justa".
"Hay que dimensionarlo [el parque] a nuestras necesidades. No todos necesitamos la propiedad, aunque hay gente que sí como, por ejemplo, los que viven en el campo", concluyó.
Ignacio Anasagasti / Pablo M. Ballesteros / Madrid