Ignacio Anasagasti / Madrid
La fábrica de Renault en Valladolid ya no tendrá limitada su actividad a la producción de coches de segmentos pequeños como sucede actualmente con el Captur, sino que podrá ensamblar desde el año que viene modelos con plataformas más grandes, según han confirmado a La Tribuna de Automoción diversas fuentes sectoriales.
Este cambio de enfoque se va a consumar una vez se haya implantado toda la nueva maquinaria destinada a la fabricación del sucesor del actual SUV, un modelo que internamente se denomina HJB y cuyo ensamblaje comenzará en el segundo semestre del año que viene. Para acometer este proyecto, Renault está ampliando las instalaciones de la planta vallisoletana, entre ellas las que se dedican al montaje de los distintos elementos de la carrocería.
Fuentes del sector señalan que ambos modelos, el Captur y su nueva versión, convivirán en la fábrica durante un tiempo y que cuando finalice la producción de la actual generación del todocamino se despejarán los espacios de montaje habilitados, en estos momentos, para colocar, probablemente, zonas de almacén.
La optimización de la factoría para poder trabajar con plataformas grandes representa una gran oportunidad de futuro para el centro, debido a que podrá optar a un mayor abanico de adjudicaciones de vehículos, tanto de la marca del rombo como del resto de las de la Alianza. En los últimos tiempos, altos directivos del consorcio franconipón han indicado que es muy probable que se aumente el número de proyectos industriales cruzados, de modo que, por ejemplo, se puedan ensamblar modelos Nissan o Mitsubishi en factorías de Renault o viceversa.
Fin del tercer turno
En cuanto a la planta de Palencia, fuentes del sector apuntan a esta publicación que podría desactivarse el tercer turno después del verano, con lo que habría estado vigente casi tres años, ya que se instauró a finales de septiembre de 2015.
La dirección todavía no ha hecho oficial la decisión, no obstante, hay varios factores que indican que este escenario está encima de la mesa. Por un lado, los trabajadores temporales solo están renovando hasta finales de julio, es decir, por un tiempo inferior a los seis meses que figuraban en los contratos hasta hace poco. Y, por otro, los proveedores están manejando, en estos momentos, una bajada de pedidos de alrededor de un 20% después del descanso estival.
La desactivación del turno de noche no estaría relacionada con un descenso de la demanda del Mégane y del Kadjar, sino más bien con ciertos problemas de aprovisionamiento de motores ante la ampliación, en septiembre, de la normativa de homologación WLTP a todos los turismos comercializados, así como al aumento del mix de gasolina en detrimento del diésel, que está poniendo en aprietos a las marcas y a sus suministradores de componentes.
El fin del tercer turno podría ser por unos meses, puesto que entre los planes del fabricante galo estaría recuperarlo si se dan las circunstancias a comienzos de 2019.
