Ignacio Anasagasti / Lisboa (Portugal)
Renault da un paso más en su ya dilatada trayectoria dentro de la tecnología eléctrica, lanzando una versión ZE de la furgoneta Master. Disponible en los concesionarios españoles entre abril y mayo, se comercializa con seis versiones, tres longitudes y dos alturas. Entre las variantes, cuatro son de carrocería furgón, las cuales ofrecen un volumen útil de entre 8 y 13 m3 y una carga de entre 1 y 1,1 toneladas; y dos, chasis-cabina, con una carga útil de 1.350 kg y 1.370 kg y una capacidad de almacenaje de hasta 22 m3. Respecto al modelo térmico, hay una diferencia a la baja en la carga de alrededor de 500 kg por el peso de las baterías.
El vehículo, fabricado en la planta de Batilly (Francia), monta un acumulador de ión litio de 33 kWh, el mismo que el Kangoo, que permite una autonomía real de 120 km —la marca garantiza un mínimo de 80 km con condiciones meteorológicas adversas y con fuerte carga—. Renault ha optado por este sistema y no por el que lleva el nuevo Zoe de 41 kWh, debido a que no requería modificar el espacio disponible de almacenaje y a que no obligaba a instalar el mismo equipo de refrigeración que en el urbano, lo que complicaba la fabricación. En la presentación a prensa, los responsables de la compañía señalaron que se buscó el camino más rápido para llegar al mercado con una oferta que cubriera las necesidades de los clientes. En este sentido, precisaron que se hubiera retrasado el proyecto entre un año y año medio si se hubiese elegido la tecnología del coche del segmento B.
La batería, localizada en los bajos de la carrocería, se puede cargar al 100% en seis horas con una toma de 7,4 kW. La energía almacenada mueve un motor eléctrico de 57 kW (76 CV), que lo montan el Zoe y el Kangoo. La velocidad máxima está limitada a 100 km/h, mientras que si se activa el modo Eco se ajusta a 80 km/h.
El lanzamiento del Master se ha acompañado del despliegue del servicio Easy Connect for Fleet —disponible en toda la gama Renault en Europa a mediados de año—, que facilita la gestión de las flotas fruto de la instalación en los coches de un adaptador que envía datos telemáticamente. Entre ellos, la autonomía, las alertas de mantenimiento o el kilometraje. Con ello se logran importantes ahorros.
El nuevo comercial de la marca del rombo se venderá en España desde 60.000 euros.