Pablo M. Ballesteros / Madrid
Opel ha planteado en el Comité de Empresa Europeo la necesidad de reducir entre 1.000 y 1.500 puestos de trabajo en las fábricas europeas para adaptar las plantillas, los turnos y la producción a las ventas de la compañía en el continente, según ha podido saber La Tribuna de Automoción.
La cifra, que se puso sobre la mesa en la reunión que tuvo lugar el martes 12 de diciembre, no está cerrada y dependerá de cómo funcionen las sinergias entre PSA y Opel en los próximos meses, pero supone un punto de inflexión frente al anuncio que hizo el director ejecutivo del grupo francés, Carlos Tavares, en la presentación del PACE!, el programa con el que se pretende que la marca alemana vuelva a ser rentable en 2020.
En esta conferencia de prensa, del 9 de noviembre, Tavares declaró que harán lo posible por evitar los despidos forzosos, si bien anunció que dependerá del éxito de la reestructuración de Opel. No obstante, en el Comité Europeo no se aclaró en qué términos se produciría el recorte de una plantilla que alcanza los 30.000 efectivos, aproximadamente. Por lo que no se conoce si sería a través de prejubilaciones, bajas voluntarias o, incluso, despidos.
Fuentes de la compañía se han puesto en contacto con esta publicación para señalar que desconoce el origen de esta cifra de reducción de plantillas en Europa.
Figueruelas, la mejor posicionada hasta mañana
La fábrica española de Figueruelas (Zaragoza) es la que, en principio, está mejor colocada para no sufrir recortes. Al revés, debería incluso incrementar sus efectivos puesto que el año que viene pretenden aumentar su producción de las 400.000 unidades con las que se cerrará 2017 a unas 440.000.
Sin embargo, existen matices puesto que mientras la línea 1 en la que se ensambla el Mokka X, el Crossland X y el Citroën C3 Aircross está sobresaturada; la 2, en la que se monta el Corsa, está en una situación más endeble, aunque en principio se cuenta con trasladar trabajadores del sistema del utilitario al de los crossovers.
Un problema que se podría ver acentuado a partir de mañana, 15 de diciembre, puesto que el Comité de Empresa y la dirección están muy lejos de llegar a un acuerdo en las negociaciones del convenio colectivo. La compañía ha puesto de tope este día para pactar y en caso negativo entrará en juego PSA, la nueva propietaria del fabricante alemán. No obstante, la firma teutona todavía confía en que se alcance un pacto.
Las principales desavenencias vienen porque Opel ha planteado rebajar el salario de los trabajadores en un 6%, además de reducir el tiempo de descanso en 13 minutos. La dirección quiere equiparar las condiciones de Figueruelas a las de PSA Vigo y la representación social pide que se planteen unas condiciones menos agresivas para poder negociar.
