Ignacio Anasagasti / Madrid
La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) y la Asociación Española de Proveedores de Automoción (Sernauto) han planteado al Gobierno la necesidad de que en 2025, cuando la UE ha fijado una reducción de un 15% de las emisiones medias de CO2 de los automóviles y las furgonetas (sobre el nivel de 2021), se haga un análisis de situación y se revise, bien al alza o a la baja, el objetivo para 2030, que supone un recorte de un 30%, según ha podido saber La Tribuna de Automoción de fuentes del sector.
Esta propuesta, recogida en un informe conjunto de ambas organizaciones, fue trasladada el pasado 1 de diciembre durante la celebración de una nueva reunión del Foro de Diálogo de Alto Nivel de Automoción, a la que asistieron responsables de los Ministerios de Economía, Industria y Competitividad; Energía, Turismo y Agenda Digital; y Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.
Anfac y Sernauto indicaron que el nivel establecido de emisiones para finales de la próxima década debería estar condicionado a la penetración real en el mercado europeo de los vehículos eléctricos y enchufables, así como al despliegue de la infraestructura de recarga que se vaya registrando en los ejercicios sucesivos. En este sentido, cuestionaron que la Comisión Europea haya optado por un objetivo “lineal”, que no tenga en consideración estos dos factores cruciales para su consecución.
Ambas asociaciones también enfatizaron que es fundamental que se apueste de verdad por la neutralidad tecnológica desde las instituciones europeas y los estados miembros, lo que pasaría por no demonizar ningún sistema de propulsión, como la gasolina o el diésel, que tienen todavía un gran recorrido para mejorar su eficiencia y serán determinantes en el proceso de descarbonización. Dentro de esta línea argumental, en las patronales existe un cierto desacuerdo con varias estancias del Ejecutivo comunitario que ponen el foco casi exclusivamente en la electrificación, olvidando la contribución que pueden realizar otras tecnologías en las que Europa es líder.
Aparte de esta petición, se comunicó la necesidad de que se mantenga como métrica de medición los gramos por kilómetro recorrido “para garantizar una seguridad jurídica a las empresas” y los mecanismos de flexibilidad como los supercréditos, como herramienta de ajuste de emisiones.
Por otra parte, en la reunión del foro, en la que participaron los sindicatos UGT y CCOO, también se abordaron temas como el del gestor de carga, el Plan Movalt, el Plan de Actuación para la infraestructura de energías alternativas de la UE, el servicio de asesoramiento Financia Industria y el Programa Industria Conectada 4.0.
