A pesar de los más de 50 años que separan a los primeros vehículos de competición desarrollados por el piloto y mecánico británico John Cooper, de los modelos Mini actuales en la renovada gama de John Cooper Works, hay dos características que se mantienen intactas: por una parte, el carácter deportivo de los considerados como los «atletas» de la marca británica, caracterizados por la potencia de sus motores de alto rendimiento y por una estética propia del mundo rally; y por otra, su posicionamiento en el mercado, con una demanda que supera a la oferta, tal y como ocurriera con los primeros ingenios de los años 60.
Así lo confirman las cifras de ventas. En España, Mini prevé terminar el año con un volumen de 12.400 unidades vendidas, récord histórico, que representaría un aumento del 14,3% respecto a 2016, cuando se vendieron 10.851 automóviles. Dentro de la marca, la progresión de la gama John Cooper Works también ha sido de crecimiento exponencial desde que en 2008 se produjera la primera unidad en serie, ya que se estima que el ejercicio 2017 cerrará con 500 matriculaciones, un 66% más que en 2016.
El último modelo en incorporarse a la familia John Cooper Works ha sido el Mini Countryman, que llegaba en la primavera de 2017 con un precio de salida de 39.300 euros para reivindicar que el máximo rendimiento de la gama también es aplicable a los SUV del segmento B. Se trata del modelo de mayor tamaño y más versátil de la marca británica, con 17 centímetros más de longitud (hasta 4,29 metros), 3 más de anchura (hasta 1,82 metros) y con una distancia entre ejes 7,5 centímetros mayor que su predecesor (2,67 metros), lo cual permite la optimización del espacio para los cinco asientos completos que ofrece. Asimismo, el maletero puede ampliarse y pasar de 450 litros hasta 1.390 litros, en caso de ser necesario.
231 CV, el motor más potente de la marca
Pero las mejoras aplicadas a este nuevo vehículo también afectan a su potencia, la mayor existente en un Mini, con un motor con turbocompresor de cuatro cilindros y un par de 350 Nm. que ha sumado 13 caballos hasta alcanzar 231 CV. Ésto, unido al sistema de tracción a las cuatro ruedas ALL4 lleva la experiencia del Mini a otro nivel en lo que respecta a la sensación deportiva en carretera.
El modelo presenta un consumo promedio de 7,4 litros/100 kilómetro y unas emisiones medias de CO2 de 169 gramos/kilómetro, y es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 6,5 segundos, tanto con el cambio manual de 6 velocidades de serie como con el cambio deportivo Stepronic de 8 velocidades, que es opcional.
Las prestaciones del nuevo Countryman se hacen patentes en su recuperación en las aceleraciones intermedias, la agilidad en las curvas y la deceleración. Estas características se deben a un paquete completo basado en la experiencia en el mundo de la competición de John Cooper Works, y que incluye una suspensión deportiva con llantas de aleación ligera de 18 pulgadas JCW y un sistema de frenos deportivos Brembo. También se caracteriza por detalles especiales en la carrocería para optimizar la aerodinámica y la entrada del aire de refrigeración, así como un puesto de conducción específico del modelo con asientos deportivos JCW.
El nuevo Mini John Cooper Works Countryman se adapta al segmento del compacto premium gracias a características exclusivas de serie, como los modos de conducción Mini, los faros LED, el acceso confort y la Radio Mini Visual Boost.
El futuro de JCV
Con la renovación de su flota concluida en 2017, con el model clásico Hatch, el Cabrio, el más sofisticado Clubman y el Countryman, es hora de que la gama John Cooper Works también mire al futuro.
En el pasado Salón de Frankfurt, la firma presentó el Mini Electric Concept y el Mini John Cooper Works GP Concept, un biplaza que se inspira en las victorias del Rally de Montecarlo entre los años 1964 y 1967 y que cogerá el testigo del Mini John Cooper Works GP de 2012 y el Mini Cooper S con Kit GP del 2006, series especiales y muy codiciadas, ya que estuvieron limitadas a las 2.000 unidades.
Adrián Vega / Madrid
