Ignacio Anasagasti / Pablo M. Ballesteros / Madrid
Los vehículos eléctricos están sin ayudas a la compra desde finales de junio del año pasado y tampoco las habrá hasta dentro de unos meses, a pesar de la intención que tenía Industria de activarlas como tarde en enero de 2017, como adelantó esta publicación. La razón, la incertidumbre sobre la aprobación de unos nuevos Presupuestos Generales del Estado, dando salida a la situación actual de cuentas prorrogadas.
Según ha podido saber La Tribuna de Automoción de fuentes del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, en estos momentos, en el departamento liderado por Luis de Guindos, existe la disyuntiva sobre arrancar con el programa con los Presupuestos prorrogados de 2016 o esperar a que se aprueben los nuevos.
Si se opta por el primer escenario, el Movea “tendría un 20% menos” de fondos, debido al acuerdo del Consejo de Ministros de 30 de diciembre de no disponibilidad presupuestaria, que “permite sólo ejecutar el 80%” del dinero reservado, lo que dejaría un saldo de 13,28 millones de euros frente a los 16,6 movilizados el ejercicio precedente.
En esta vía, además, hay otro problema y es que la distribución de las ayudas que se hizo en la edición pasada no valdría, dada la experiencia que se tuvo. Por ejemplo, la partida destinada a la implantación de infraestructura de recarga no se consumió apenas, una vez sobrepasado el límite del 1 de mayo —sobraron 3,85 millones de los 4,5 millones reservados inicialmente— por lo que Industria decidió redirigir el dinero no gastado —algo contemplado en el real decreto de aprobación— para que se hicieran más operaciones de compra.
Asimismo, habría que modificar los importes previstos para cada tipo de beneficiario, dado que la Administración General del Estado y las Comunidades Autónomas “no han solicitado prácticamente” ayudas para la nueva edición, de modo que habría que quitarles presupuesto en favor de las empresas y los particulares.
Según fuentes del sector, otro de los aspectos que se habría variado en el borrador del Movea 2 es la sujeción al reglamento de minimis de la Unión Europea. Éste impide a una empresa beneficiarse de ayudas de este tipo si en los dos últimos ejercicios fiscales y el año en curso ha recibido subvenciones superiores a 200.000 euros.
Por este motivo, y para adecuar los números, habría que “tramitar una modificación presupuestaria, lo que conlleva un par de meses”.
¿A la espera de nuevos presupuestos?
La otra opción es esperar a que haya nuevos Presupuestos Generales, algo que no está nada claro que vaya a suceder en breve, debido a la falta de acuerdo entre los partidos políticos. En una comparecencia en la Comisión de Hacienda del Congreso de los Diputados, el 25 de enero, el ministro Cristóbal Montoro ha criticado a los grupos parlamentarios que rechacen las cuentas “por razones políticas propias” y ha explicado que la situación actual con los Presupuestos prorrogados “tiene que acabar lo antes posible”, para lo que apuntó que una salida sería la abstención de alguna formación.
En este sentido, esta segunda alternativa tampoco está claro que pueda servir para que el sector disponga del Movea antes de abril. Ante la disyuntiva planteada, Industria, con la información que se maneje en su momento, decidirá el escenario menos lesivo y que permita que “el programa salga cuanto antes”, una demanda unánime de los fabricantes de coches.
Por último, el equipo del Ministerio también debate la conveniencia de que el nuevo plan para incentivar la compra de vehículos eléctricos sea retroactivo desde el 1 de enero, una cláusula que siempre se había incluido hasta que en 2015 se eliminó. En 2016, no hizo falta porque estuvo en vigor desde el 1 de enero.
