Carlos Olmo / Madrid
La planta de Tenneco en Gijón, dedicada a la producción de amortiguadores de la marca Monroe, ya tiene fecha para la vuelta a la actividad: el 28 de julio. Casi un año después de que la dirección de la fábrica comunicara las intenciones de cierre y de más un semestre sin actividad, los 129 trabajadores que se mantienen en plantilla volverán una vez finalicen el periodo vacacional, según el acuerdo alcanzado hoy entre dirección y sindicatos, fue aprobado hoy en asamblea por los trabajadores y firmado posteriormente por los sindicatos.
Se confirma la fecha que se llevaba barajando desde que se alcanzó el acuerdo de continuidad de la actividad en la fábrica, aunque desde la dirección de la planta se propuso que el regreso fuera en septiembre. Esta reincorporación coincide con el fin del periodo vacacional de la plantilla, y con el fin de las actividades de mantenimiento de la maquinaria de la factoría que está realizando en estos momentos un grupo de trabajadores voluntarios, aunque las operaciones que se está haciendo son menos de las esperadas. Y es que, mientras la fábrica estuvo parada, los empleados se preocuparon por el estado de las máquinas y realizaron el mantenimiento necesario para que no se echaran a perder.
Será en este momento cuando los trabajadores conozcan sus nuevos puestos en la cadena de producción y la actividad que desarrollarán puesto que la plantilla se reduce de 216 empleados a 129, al mismo tiempo que el plan industrial asume una importante reducción del volumen de trabajo. Según ha podido saber La Tribuna de Automoción, podría darse el caso de que ese mismo día no trabajen, por falta de materias primas o por la explicación y adaptación a la nueva estructura interna, pero en caso de que esto se produjera no deberían tardar muchas más jornadas en iniciar la actividad.
En el acuerdo también se incluye el que la dirección de la filial de Tenneco en España retira la denuncia interpuesta en el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) que enfrentaba a empresa y trabajadores por el ERE de despido y el cierre de la planta, el cual seguía su curso pese al acuerdo alcanzado de continuidad de la fábrica.