Alberto Gutiérrez Molinero/ Madrid
Desde enero, las sanciones al sector de automoción en Irán se han relajado y los principales fabricantes que operaban en el país han vuelto a enviar allí sus piezas, convencidos de las posibilidades de crecimiento en un país donde más de la mitad de sus vehículos tiene más de 25 años.
Según ha publicado Automotive News, desde hace un mes Renault ya manda piezas para la fabricación del Tondar, la versión iraní del Dacia Logan. Las marcas de PSA Peugeot Citroën también han desembarcado de nuevo en el país persa y se cree que el mercado crecerá por encima del 50% este año si las sanciones se levantan definitivamente.
Esto supondría que las matriculaciones de automóviles pasarían de las 800.000 unidades el año pasado a hasta 1,5 millones, según la agencia Reuters. Los únicos que todavía no aparecen son los fabricantes estadounidenses, que siguen con las manos atadas porque el país todavía no ha levantado las sanciones.
Todos creen que Irán tiene un enorme potencial. En 2012, con sanciones y todo, el país seguía siendo el 18º en producción de vehículos, mientras que su mercado entre 2008 y 2011 registró más de un millón de unidades.