Alberto Gutiérrez Molinero/ Madrid
No hubo acuerdo entre la patronal y los sindicatos alaveses para firmar el convenio colectivo del metal en la región, y que caduca definitivamente el 7 de julio. En la última reunión entre ambas partes, los empresarios expresaron su desacuerdo con el “90% de los propuesto por los representantes de los trabajadores y dieron “casi por finiquitado” el convenio, según afirmó el responsable de negociación de Euskadi del Metal, Francisco Antúnez.
El principal escoyo para el acuerdo volvió a ser el tema del arbitraje en caso de la inaplicación de alguno de los puntos del convenio en caso de que la supervivencia de una empresa esté en peligro. La patronal (SEA) defiende que sea un organismo independiente quien decida en caso de que no haya acuerdo entre las partes, mientras que los sindicatos defienden una fórmula parecida a la que se aprobó en su momento en Guipuzcoa, es decir, negociar hasta alcanzar un acuerdo o, en última instancia, negociar la mejor forma de desbloquear la situación sin tener que recurrir a un arbitraje obligatorio.
Tampoco hubo acuerdo en la subida del IPC que pedían UGT, CC.OO. y LAB. La patronal ofrecía reducir algunos pluses y cotizaciones a la seguridad social a cambio de subir el sueldo, una propuesta que los sindicatos rechazaron porque sería “ganar más ahora a costa de recibir menos cuando nos jubiláramos”, explicó Antúnez.
Además, la patronal alavesa no se comprometía a que el convenio provincial fuera el de referencia para la región, algo que los sindicatos consideran fundamental, ya que eso es precisamente lo que garantiza a los trabajadores mantener sus derechos.
Sin intención de negociar
Para el responsable de negociación de los trabajadores la actitud de la patronal “viene a demostrar” que ellos nunca han tenido la intención de negociar y que su intención es la de no aprobar ningún convenio para Álava, recortando los derechos de los trabajadores”. Y añadió que de no aprobarse, se abrirá en la región “una nueva situación imprevisible y no deseada, con mayor conflictividad social en la calle en la que la responsabilidad no será de los trabajadores”.
Según fuentes sindicales, la patronal ya ha amenazado con que de aquí al 7 de julio se reunirá con sus asociados para explicarles el nuevo marco legal que les ampara a partir de ese día. Este periódico se ha puesto en contacto con la SEA pero no han querido hacer ningún tipo de declaración sobre la reunión.
El día 5 de julio habrá una última reunión para intentar acercar posturas y conseguir alcanzar un acuerdo. “Todavía estamos a tiempo de refexionar y llegar a un acuerdo”, aseguró Antúnez a La Tribuna de Automoción.
