Ignacio Anasagasti / Madrid
Las dos fábricas del proveedor vasco Mendiguren y Zarraua, la de Bérriz y Abadiano, retomaron ayer por la noche la producción, después de que el Comité de Huelga y la empresa llegaran a un acuerdo que supone la desconvocatoria de la huelga indefinida que se había iniciado el 4 de marzo ante la propuesta de bajada salarial de un 15%, según han confirmado a La Tribuna de Automoción fuentes sindicales.
El acuerdo, para el que medió el departamento de Trabajo del Gobierno vasco, supone la retirada del recorte de salarios para 2013 y 2014 y el compromiso de negociar un nuevo convenio colectivo, después de que el actual finalizara su vigencia el 31 de diciembre de 2012, según las mismas fuentes.
Con la reincorporación al trabajo, se empezaron a enviar piezas a sus clientes, entre ellos las fábricas de PSA en Vigo y Mangualde, y la de Mercedes en Vitoria. En el caso de Vigo, a la que se le suministra un componente del capó, la planta se vio afectada por la huelga el lunes y el martes en el turno de noche del sistema 1, dejándose de producir alrededor de 770 unidades, según fuentes sindicales, que indican que “ahora hay que ver cómo se recuperará la producción”. Otro centro del grupo francés, el de Mangualde en Portugal, sufrió alteraciones, ayer, en su actividad cuando a mediodía tuvo que dejar de producir.
En la factoría de Daimler, por su parte, el montaje no ha tenido que pararse, ya que contaban con provisiones de las cajas de asientos que les entregaba Mendiguren hasta el jueves.
Situación delicada
Mendiguren y Zarraua, cuyas plantas de Bérriz y Abadiano estuvieron en situación de concurso de acreedores un año desde marzo de 2009, planteó, hace dos meses, la necesidad de ahorrar un millón de euros tanto en 2013 como en 2014, para lo que puso encima de la mesa dos medidas: o despedir a 32 empleados o una bajada salarial de un 15%, según informan fuentes de UGT, el sindicato mayoritario de la empresa que, sin embargo, no ha apoyado la huelga.
Al final, la compañía se decantó por los recortes de salarios, lo que originó la convocatoria de la huelga, que fue respaldada por ELA, CC.OO y LAB. Tras el pacto alcanzado ayer, que supone la retirada de esta decisión, en UGT consideran que el futuro de la empresa no está asegurado porque habrá que ver cómo se logran los ahorros necesarios para continuar con la actividad y afrontar nuevos proyectos.
Fuentes de Mendiguren han explicado a La Tribuna de Automoción que “ha habido que ceder para que no parasen la producción los clientes”, no obstante en la próxima negociación del convenio no descartan volver a plantear algún ajuste de salarios.
