Alberto Gutiérrez Molinero/ Madrid
El Grupo Volkswagen ha anunciado que invertirá 785 millones de euros durante los próximos 5 años en su planta de Lanbaden (Navarra). La mayor parte de esta cantidad irá destinada a preparar las instalaciones para la fabricación del nuevo Polo.
La empresa ha hecho este anuncio tras la quinta reunión de la mesa negociadora del VIII Convenio colectivo para la fábrica navarra. En dicha reunión, la dirección ha querido dejar claro que con esta inversión se “certifica la apuesta decidida del Consorcio Volkswagen por el futuro de la fábrica navarra”.
Para la empresa, el gran objetivo del nuevo convenio es el de atraer nuevas inversiones para la asignación de nuevos modelos, para lo que sería fundamental aumentar la competitividad en los costes laborales, así como la flexibilidad en el trabajo.
La empresa ha trasladado a los trabajadores la propuesta de aumentar la ‘bolsa de trabajo’ a 15 días para poder hacer frente a los diferentes picos de producción. Actualmente ésta ha sido fijada en 7 días por año más de actividad por encima de la jornada individual de referencia (211) y de 10 días menos anuales en momentos de baja producción.
De esta forma, los días de cierre se abonan como días laborables, sin pluses, mientras que se ven compensados con los días de incremento en la producción.
En Volkswagen creen que esta medida sería muy adecuada por ejemplo para el año que viene, en el que está previsto producir 262.610 coches, casi 25.000 unidades menos que los que se ensamblarán en 2012, es decir, un 8,2% menos.
Si Volkswagen decidiera otorgar un nuevo vehículo a la fábrica de Lanbaden, se podría lograr la estabilidad en los volúmenes de producción, según asegura la Dirección de la fábrica navarra. “La fabricación simultánea de dos modelos diferentes permitiría estructurar los ciclos de vida de éstos para los periodos de venta no sean coincidentes, es decir, conseguir una fluctuación productiva sensiblemente menor a la actual”, asegura Volkswagen.
