Alberto Gutiérrez Molinero/ Madrid
El mítico Mustang de Ford merecía un coche así. Aprovechando el festival de Goodwood, la marca norteamericana presentó su última versión de producción en serie, el Shelby GT500, un animal de 671 caballos, capaz de alcanzar una velocidad máxima de 300 kilómetros por hora.
El nuevo Mustang, que ya ha sido bautizado como el coche más rápido del mundo, cuenta con una motorización de gasolina de 5.8 litros, el propulsor más potente que ha equipado nunca un coche de producción en Estados Unidos.
El director de Creación de Productos Avanzados de Ford, Hermann Salenbauch, subrayó que el Shelby GT500 lleva la categoría de coches potentes a nuevos niveles. “Hemos juntado en este coche todos y cada uno de los aspectos de las altas prestaciones, tanto su tiempo de cero a cien kilómetros por hora, su velocidad punta o su velocidad en circuito”, añadió.
La versión del Mustang que fue presentada en el Festival de Goodwood equipaba un Paquete de Alto Rendimiento opcional, que cuenta con amortiguadores con ajuste electrónico y un diferencial Torsen de deslizamiento limitado. También contó con un paquete Circuito, con tres refrigeradores adicionales.