Latribunadeautomocion.es/ Madrid
Se veía venir y aún así es una pésima noticia. La empresa concesionaria de la autopista AP-41 entre Madrid y Toledo ha suspendido pagos y ha solicitado el concurso de acreedores ante un tribunal de Albacete.
Su deuda bancaria asciende a 380 millones y otros 150 millones a los propietarios de los terrenos expropiados para la construcción de la autopista.
Según ha publicado el diario Cinco Días, sólo circula por la AP-41 el 6% del tráfico previsto cuando e construyó en 2004. La Autopista se ha visto perjudicada por la decisión de Fomento de no autorizar su prolongación hasta Andalucía, así como por la apertura de la M-407, una vía paralela gratuita.
Parece que será el Estado, a través de la empresa pública Seittsa, el que se hará cargo de las deudas, tal y como anunció que haría la ministra de Fomento, Ana Pastor con las vías deficitarias si era necesario. De momento, la concesionaria tiene un juicio ganado en el Supremo por haber cortado de raíz sus expectativas de ingresos al prohibir la ampliación de la carretera hasta Andalucía.
La concesionaria pide 420 millones en total, pero un año después del fallo del Alto Tribunal, Fomento aún no ha dado ningún paso que parezca indicar que van a indemnizar a la concesionaria
