Latribunadeautomoción.es / Madrid
El director general del fabricante francés Renault, Carlos Tavares, reconoció hoy que el año próximo “se anuncia verdaderamente oscuro” para el mercado del automóvil y en ese contexto “el vehículo eléctrico no será una excepción”.
Tavares, informa Efe, que inauguraba el primer centro de pruebas para vehículos eléctricos de Renault junto a la sede de la empresa en las afueras de París, no quiso dar cifras sobre sus proyecciones y se limitó a comentar que están registrando encargos “a un ritmo satisfactorio”.
En cualquier caso, insistió en la idea de que “tendremos la paciencia suficiente” para el despegue comercial de esta tecnología.
“El vehículo eléctrico es un seguro para la empresa” y Renault aspira a convertirse en la primera marca de este tipo de automóviles, señaló tras recordar sus previsiones de que en el horizonte de 2020 el 10% de las ventas mundiales serán de coches eléctricos.
Tavares también recordó que la compañía francesa ha invertido en el desarrollo de los vehículos eléctricos, junto a su socio Nissan 4.000 millones de euros, y subrayó que “aunque atravesamos una crisis sin precedentes” cuando se remonte la situación la tendencia será favorable a ese tipo de motorización.
Las razones, a su juicio, son que cada vez más las nuevas generaciones están concienciadas de la necesidad de transportes menos contaminantes, que con la recuperación económica el precio del petróleo se encarecerá y hará económicamente más rentable la electricidad como combustible, y que además eso contribuye a la diversificación energética y a reducir la dependencia de los hidrocarburos.
Renault comercializa actualmente tres modelos con motores eléctricos, la furgoneta Kangoo (de la que ha acumulado encargos para 16.000 unidades), la berlina Fluence y el uniplaza Twizy. Además, el año próximo se añadirá a esta poco convencional gama el Zoé.