Yago López / Madrid / Crónica
El 11 de junio se estrenaba en España el Monster Jam, una modalidad americana de los denominados “Big Foot” en la que diez coches compiten a modo carrera y Freestyle. El evento no dejó a nadie indiferente y ya cuenta con numerosos seguidores y detractores.
El evento, celebrado en el Estadio Vicente Calderón en Madrid, resultó para muchos un espectáculo sin precedentes, en el que el sonido de los 1.500 CV y el polvo era parte del mismo. Los pilotos, de los cuales únicamente cuatro salieron indemnes de los revolcones por la arena madrileña, trataron de esforzarse al máximo y sufrieron las consecuencias, claro que siendo un espectáculo americano los mismos accidentes eran parte del “show”.
Para otros el espectáculo resultó largo y monótono, y es que para poner en marcha semejante maquinaria, hace falta tiempo, y espacio, cosa que aunque parezca mentira no sobraba en el Calderón. Teniendo en cuenta que la gran mayoría de los espectadores eran niños, muchos salieron impresionados, mientras que otros no pudieron disfrutarlo debido al ruido que generaban los motores.
En definitiva, el evento resultó en general algo nuevo y diferente, un espectáculo digno de verse, pero no quizás de repetir.
