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Plegable, eléctrico y vasco: el ‘Hiriko’

El futuro ahora sí ha llegado o mejor dicho arribará en junio del próximo año cuando el Hiriko sea una realidad. El sueño de todo hombre que busca sitio para aparcar es que el coche que conduce se encoja como por arte de magia y quepa en aquel pequeño hueco que ha quedado entre dos vehículos. Como si fuera una película de ciencia ficción, el Hiriko que es un coche eléctrico vasco, pasará de medir 2,5 metros de largo a ocupar 1,5.

El futuro ahora sí ha llegado o mejor dicho arribará en junio del próximo año cuando el Hiriko sea una realidad. El sueño de todo hombre que busca sitio para aparcar es que el coche que conduce se encoja como por arte de magia y quepa en aquel pequeño hueco que ha quedado entre dos vehículos. Como si fuera una película de ciencia ficción, el Hiriko que es un coche eléctrico vasco, pasará de medir 2,5 metros de largo a ocupar 1,5.

En este primer párrafo ya ha quedado claro que el Hiriko tiene dos grandes virtudes: una que es eléctrico, lo que supone una ventaja a medio y largo plazo cuando por el centro de las urbes no puedan circular más que los vehículos que presentan una tarjeta ‘cero emisiones’, y dos que se puede plegar. Si a ello le añadimos que el vehículo costará 9.000 euros y llevará el sello de ser español, constituye un cóctel perfecto.

En junio del 2011 se ensamblará el primer modelo de un automóvil muy pequeño, biplaza, y que en vez de contar con un volante, equipara un ‘joystick’ que hará las veces del timón del coche y que acercará a los ocupantes a la sensación de estar dentro de un nave espacial o de una vaina digna de ‘Star Wars’. Aunque lo cierto es que los 50 kilómetros por hora que recorrerá el vehículo a la máxima velocidad, devolverán a los conductores al presente.

Para la comercialización del Hiriko habrá que esperar hasta 2013, momento en el que se producirán 700 unidades, que irán creciendo de manera exponencial hasta lanzar 25.000 vehículos en 2020, para entonces es posible que el coche plegable, eléctrico y para más inri vasco, en vez de tener la autonomía de 120 kilómetros con la que partirá en 2011, pueda recorrer más kilómetros con una sola carga.

Desde el primer momento la fabricación será modular y mientras que la empresa alavesa Guardian Llodio se dedicará a producir el vidrio que se empleará en el parabrisas, los laterales y el techo del vehículo (no se descarta que se puedan instalar placas fotovoltaicas para ampliar la autonomía); la empresa matriz del proyecto, Forging Products, se encargará del chasis y la estructura del coche.

De los sistemas electrónicos se ocupará Maser Mic y Sapa, se dedicará a desarrollar el sistema de ruedas robotizadas y el joy-stick del coche. El ensamblaje final correrá de la mano de la ingeniería Epsilon Euskadi, situada en el parque tecnológico alavés de Miñano.

PABLO M. BALLESTEROS / MADRID

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