Elisabet Anglada / Barcelona
El presidente de SEAT, James Muir, ha confirmado que la automovilística española está realizando estudios para sondear las posibilidades de entrar en países emergentes como China aunque ha dejado claro que la prioridad sigue siendo el mercado europeo.
“Nosotros nos centramos primero en Martorell ya que nuestra prioridad es aferrarnos a la huella que queremos crear en el mercado europeo”, lo que no impide que “se puedan hacer estudios sobre China”, ha declarado el máximo responsable de la compañía española.
En este sentido, el directivo de la compañía ha recordado que dentro de cinco años China se convertirá en el mercado más grande del mundo, por delante de EEUU.
Un modelo eléctrico
James Muir también ha manifestado que el propósito de SEAT es crear y desarrollar un modelo eléctrico en la capital catalana. “Esta es mi intención”, ha asegurado el presidente, que aunque no ha dado ninguna fecha aproximada, ha dicho que primero “hay que adaptar la tecnología de los motores para posteriormente incorporar los vehículos en flotas reducidas”.
Muir ha pronosticado que en 2020 habrá más de un millón de eléctricos en el mercado europeo, “fabricados principalmente por Toyota, Honda y Volkswagen,que acapararán el 60% de las ventas totales”. Además, según el directivo, de cara al 2030 va a haber una fragmentación en el mercado en términos de tecnología y fuentes de combustible, una verdadera revolución tecnológica que para el presidente de la filial del grupo Volkswagen “provocará cambios en los canales de distribución”.
“Europa será el campo de batalla para las nuevas tecnologías” ha destacado Muir al tiempo que afirmaba que el camino hacia al eléctrico va a ser “un proceso lento y arduo” ya que presenta flecos como el precio y la infraestructura. “Los que se adaptan más rápido a este cambio serán los que sobrevivirán y tendrán más oportunidades en el sector”, ha sentenciado.
La llegada del Q3
De otro lado, el presidente también ha subrayado que la llegada del Audi Q3 a Martorell es una muestra de la “confianza” que el grupo Volkswagen tiene depositada en la marca española, además de constituir “una gran oportunidad para demostrar que España puede hacer las cosas tan bien como Alemania” y garantizar una estabilidad laboral para los empleados.