El fabricante alemán de automóviles Opel, perteneciente al grupo General Motors, cerrará a finales de este año su planta de Amberes, tras fracasar las negociaciones de última hora para intentar la venta de las instalaciones.
La multinacional germana hizo público un escueto comunicado en el que reafirma lo avanzado el pasado 4 de octubre, cuando anunció que daba por concluido el plazo para encontrar un inversor industrial al que ceder la factoría belga.
“Tras una última reunión con un potencial inversor industrial, Opel confirma que las negociaciones con esta categoría de inversores han concluido. Ningún inversor ha presentado un plan de negocio positivo para la planta ni para el futuro de los empleados”, explicó la empresa.
Además, la compañía que dirige Nick Reilly ratificó que las operaciones industriales en la planta de Amberes terminará a finales de este año, y que se intensificarán las negociaciones con otras categorías de inversores.
La fábrica de Opel en Amberes cuenta con una plantilla de 2.600 trabajadores, y su cierre se enmarca en el plan de reestructuración de Opel, que contempla la supresión de 8.300 empleos en toda Europa, 900 de ellos en la planta aragonesa de Figueruelas.
No obstante, en abril pasado la dirección de Opel aceptó una propuesta de los trabajadores de Amberes para constituir un grupo de trabajo que buscara un inversor que se hiciera cargo de la factoría belga.
La compañía automovilística dio como plazo hasta el pasado 30 de septiembre pare encontrar este inversor. Tras el fracaso de la iniciativa, la planta de Amberes se cerrará a finales de año y la empresa aplicará a los trabajadores el plan social previsto. EP