El Ministerio de Industria, Turismo y Comercio ha diseñado una tarifa nocturna mínima, más barata que lareducida actual, para fomentar la recarga de los coches eléctricos durante las llamadas horas "valle", es decir, en las que existe una menor demanda de energía.
Así se recoge en un borrador de real decreto remitido por Industria a la Comisión Nacional de Energía (CNE), en el que se establecen los requisitos para que las empresas que cuentan con postes de recarga puedan vender al sistema eléctrico la energía almacenada en sus vehículos.
La llamada "tarifa supervalle" afectaría a todos los consumos de electricidad entre las doce de la noche y las seis de la mañana en el invierno y entre la una y las siete de la mañana en el verano.
Esta nueva modalidad no sustituiría a la tarifa reducida actual, sino que los precios de la electricidad quedarían divididos en tres franjas con diferentes precios: diez horas diarias de facturación normal, ocho horas reducidas y seis con el precio mínimo.
El nuevo sistema de discriminación horaria estaría disponible, una vez aprobado el real decreto, para los consumidores con una potencia contratada de entre 10 y 15 kilovatios (kW) y con una tensión inferior a un kilovoltio (kV).
Además, el texto propuesto por Industria introduce la triple discriminación horaria para la tarifa de último recurso (TUR), la única que fija el Gobierno y a la que están acogidas familias y pequeñas empresas.
Además de regular la tarifa "supervalle", este real decreto -que forma parte del desarrollo normativo de la Estrategia Integral para el Impulso del Vehículo Eléctrico y del Plan de Acción 2010-2012- crea la figura del "gestor de cargas del sistema".
Según el texto, todas las empresas que cuenten con postes de recarga para coches eléctricos podrán convertirse en gestores, lo que les permitirá revender al sistema la energía almacenada en los vehículos durante la noche, cuando la electricidad es barata.
Compañías como agentes de mercado
Las compañías actuarán como agentes del mercado de producción de electricidad, accederán a las redes de distribución y transporte, pagarán sus peajes de acceso y facturarán y cobrarán la energía revendida.
Para constituirse como gestores de carga, las empresas tendrán que obtener las autorizaciones correspondientes y cumplir con algunos requisitos técnicos, como la instalación de medidores. Estas compañías perderán su condición de gestores si interrumpen su actividad, es decir, si no compran electricidad en un periodo de un año.