El 75% de los conductores reconoce haber padecido episodios de sueño al volante, aunque no le dan mucha importancia, según desvela el estudio ‘Fatiga y Conducción’, elaborado por el RACE, que acaba de presentar la campaña ‘Un refresco, tu mejor combustible’ para combatir la fatiga.
El coordinador de Seguridad Vial del RACE y responsable del informe -que ha contado con la participación de 2.400 conductores-, Antonio Javier Lucas, ha mostrado su preocupación ante este dato porque la somnolencia es la fase final y “más peligrosa” de la fatiga e incrementa el riesgo de sufrir un accidente.
Antes de que se produzcan los episodios de sueño, según Lucas, hay señales a las que el conductor debe prestar atención y no lo hace, tales como la pérdida de concentración, el picor de ojos, la deshidratación, la necesidad de moverse en el asiento, los calambres musculares o la sensación de brazos o pies dormidos.
La fatiga es la cuarta causa de siniestralidad con víctimas mortales en las carreteras españolas -con 139 muertos en 2009-, por detrás de la distracción, la infracción de la norma y la velocidad inadecuada, según Lucas, quien ha pedido a los conductores que estén atentos a sus síntomas en los desplazamientos largos y cortos.
Para combatir la somnolencia y los episodios de cansancio extremo -el 20 por ciento de los encuestados reconoce haberlos sufrido al volante-, el presidente de la Asociación de Refrescos ANFABRA, Íñigo Madariaga, ha recomendado a los conductores beber alguna bebida azucarada pues hidratan, ayudan a mantener los niveles de glucosa adecuados y aumentan el tiempo de respuesta en un 26 por ciento.
Por su parte, el director de la DGT, Pere Navarro, ha apelado al “sentido común” para evitar los problemas añadidos que provoca la estación veraniega, como el calor o la deshidratación, y ha aconsejado a los conductores que realicen una parada cada 200 kilómetros o dos horas para descansar.
Asimismo, Navarro ha insistido en la importancia de no consumir alcohol cuando se va a coger el coche, y ha pedido a los conductores que se olviden de los “chupitos” a los que “invita la casa” después de comer porque, aunque “dicen que son muy digestivos, son un riesgo que en el mejor de los casos puede acabar con una sanción y en el peor con un accidente”.
