Después de que el Gobierno italiano revelara que mantiene conversaciones con Tesla y con varios grupos chinos, incluido Chery —finalmente producirá en España—, para que se instalen en el país y aumentar así su producción nacional tras años de declive, el CEO de Stellantis, Carlos Tavares, ha advertido que esto podría obligar al consorcio a tomar «decisiones impopulares», incluyendo el cierre de plantas, según dijo en un evento en Turín. «Si estamos bajo presión, lo único que podemos hacer es acelerar nuestros esfuerzos para aumentar la productividad y ser competitivos», añadió.
El conglomerado es propietario de las marcas italianas Fiat, Alfa Romeo y Maserati, por lo que este entrada de nuevos actores podría suponer cierta pérdida de cuota y volúmenes. «Entonces es posible que no necesitemos tantas fábricas como ahora», afirmó.
Estas declaraciones se produjeron a pesar de que Tavares siempre se ha mostrado a favor de la libre competencia y de que en los planes de Stellantis se contempla la producción de vehículos para su socio Leapmotor en el centro de Mirafiori, Turín.
El VE de Alfa Romeo, en Polonia
Además, en el mismo evento, el CEO quiso responder a las especulaciones de que el consorcio planeaba desinvertir en el territorio transalpino, a las que se refirió como «noticias falsas». «Estamos invirtiendo fuertemente en Italia», aseguró, aunque previamente la empresa se enfrentó a críticas por las deliberaciones para trasladar la producción a países con menores costes.
Por ejemplo, el primer vehículo totalmente eléctrico de Alfa Romeo, un SUV pequeño que se anunció que…
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