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El director industrial de la división de eléctricos de Renault destaca que «las fábricas de España son una referencia»

Ampere, la división de vehículos eléctricos del Grupo Renault, está desarrollando su hub de producción Electricity en el norte de Francia, integrado por las plantas de Douai, Maubeuge y Ruitz, con el objetivo de ser el más competitivo en Europa en tres o cuatro años, superando incluso a Tesla y compitiendo al mismo nivel que las marcas chinas, para poder comercializar coches cero emisiones al mismo precio que los de combustión. Para ello, se está buscando un ajuste del 50% de los costes de producción y logísticos optimizándose todos los procesos, un objetivo para el que el grupo está tomando «como referencia» para implantar las mejores prácticas las fábricas de Valladolid y Palencia, según reconoce el director industrial, Luciano Biondo, que destaca que son «supercompetitivas y rentables».

El director de Operaciones Industriales de Ampere, Luciano Biondo.

El director de Operaciones Industriales de Ampere, Luciano Biondo, destaca que en el desarrollo del proyecto Electricity en el norte de Francia para crear un hub de producción de vehículos eléctricos integrado por las factorías de montaje de coches de Douai y Maubeuge y la de componentes de Ruitz con el fin de alcanzar la paridad en precios entre los modelos de combustión del Grupo Renault y los cero emisiones en 2027-2028, se han fijado y se han basado «en el conocimiento y en la capacitación de Valladolid y Palencia», que son «un marco de referencia» y son «supercompetitivas». «Globalmente, la actividad en España es rentable», apostilló.

En el contexto de un viaje de prensa para conocer este nuevo ecosistema fabril, el ejecutivo ha recordado que para hacer realidad el objetivo la división de VE y software del consorcio del rombo se ha establecido el compromiso de reducir un 40% los costes variables entre la primera generación y la segunda de automóviles del segmento C, lo que implicará la necesidad de ajustar un 50% los de fabricación y logística para conseguir «el mayor rendimiento y eficacia en Europa», superando incluso a Tesla, aunque con una «iniciativa brownfield» —impulsada con instalaciones existentes—.

Hasta la fecha, los avances en este último capítulo han sido muy importantes, de modo que «para finales de 2024» la previsión es que la mejora sea «del 30%». Una vez se consolide la disminución restante, Electricity se habrá equiparado en términos de competitividad con las plantas de Europa del Este. Esto será así a pesar de que, como expuso Biondo, existe una diferencia de costes laborales entre Francia y la mencionada región continental. Concretamente, se trata de una horquilla media de entre 28 y 32 euros brutos por hora en comparación con alrededor de 12.

A tenor de este potencial, las factorías galas, de acuerdo con el director, podrán competir de forma solvente con los constructores chinos que importan vehículos eléctricos al Viejo Continente y que actualmente representan una seria amenaza para las marcas tradicionales por los precios generalmente reducidos de su oferta de producto.

Sincronización total del aprovisionamiento

El recorte de costes productivos se está plasmando por una multiplicidad de factores, entre los que destaca la fuerte apuesta por la automatización de los procesos, como se demuestra, por ejemplo, en el área de Chapa de Maubeuge que cuenta actualmente con 850 robots para el montaje del Kangoo térmico y eléctrico y las respectivas variantes de Nissan (N250 y Townstar) y Mercedes-Benz (Citan y Clase T), pero que incorporará otros 150 con la llegada del R4. Este coche cero emisiones, cuyas primeras preseries pasarán por la cadena desde la última semana de mayo, se comercializará a partir de comienzos de 2025.

La optimización de los flujos productivos está previsto que se traduzca en un acortamiento de los tiempos de ensamblaje de los vehículos, pasando de 12 horas a nueve a partir de la industrialización del R5 en Douai.

Otro apartado relevante es la aplicación de las herramientas de la Industria 4.0, con una gran introducción de sensores, que permiten hacer mantenimientos predictivos en la maquinaria para evitar averías y también para controlar todo tipo de procesos y así poder aplicar de manera rápida las mejores prácticas dentro del entramado de fábricas del Grupo Renault en el mundo.

Igualmente, Biondo subrayó el efecto positivo de considerar como una entidad única los tres centros de Electricity para exprimir sinergias y evitar duplicidades de puestos de trabajo, una práctica esta última que también se da en España.

En el hub de fabricación de eléctricos, Ampere ha transformado la configuración de las tres factorías para hacerlas más compactas y que la actividad se haga «en la mínima superficie posible» —permite ahorros energéticos y de conservación de instalaciones—, lo que en el caso de Douai ha significado un ajuste del 26% de su superficie hasta 144 hectáreas. Además, se han reducido al máximo los stock de piezas para funcionar just in time.

Alianzas con Minth y Envision

En el ámbito de la logística, el principal mecanismo de merma de costes se basa en la localización de los proveedores en las cercanías, estando un 75% de ellos dentro de un radio de 300 km. Un caso a destacar es la actividad de producción de las tapas de baterías, que se internalizó en las instalaciones de Ruitz gracias a una joint venture con la compañía china Minth —esta posee un 70% de la sociedad por el 30% de Ampere— y que dispone de dos líneas de fabricación con una capacidad de 300.000 unidades anuales.

La empresa asiática, antes de la creación de la sociedad compartida, era el principal suministrador de Renault desde una factoría en Serbia y desde China, no obstante, con el acuerdo y el traslado realizados se ha conseguido ser más competitivo en precio que si se mandasen las piezas desde el país del Este de Europa, reconoció Biondo.

Fábrica de Douai del Grupo Renault, donde se fabrican actualmente el Megane y Scenic E-Tech. Foto de archivo.

Actualmente, en Electricity se hacen los recubrimientos de los acumuladores para el Scenic y el R5, ensamblados en Douai —del segundo coche se están haciendo unas cinco unidades de preseries diarias con el objetivo de que arranque la versión de comercialización hacia julio—, mientras que para el Megane E-Tech —se monta en el mismo centro que los otros dos— se siguen mandando desde la planta oriental europea.

Otro punto destacado en la localización de proveedores del hub tiene como protagonista a la fábrica del grupo francés en Cléon, que se dedica a la producción de sistemas de propulsión eléctricos y su electrónica. En estas instalaciones, el consorcio está impulsando una alianza con Valeo, sobre la que «próximamente» se desvelarán nuevos proyectos, según indicó el director Industrial de Ampere.

Por último, las mejoras logísticas también se logran con la fabricación cercana de las celdas de las baterías, lo que se desarrollará en una gigafactoría de la china Envision AESC pegada al centro de Douai, que tendrá en su primera fase una capacidad de 9 GWh —permitirá cubrir la producción de 200.000 coches anuales—, pero para la que se contemplan ampliaciones hasta 24 GWh hasta finales de década.

Esta nave, que actualmente está a la espera de recibir los equipos productivos, comenzará a fabricar sus primeras unidades entre septiembre y octubre para que los módulos se implanten en los coches a la venta a partir de marzo de 2025. Concretamente, se suministrará al R5 y R4. Por su parte, para el Megane y Scenic se mantendrá el aprovisionamiento desde una planta polaca de LG.

Hasta 650.000 vehículos en Electricity

Para la implantación de proveedores, es clave de cara a que salga rentable el factor de economías de escala de Electricity. Así, en estos momentos, las plantas de Douai y Maubeuge tienen una capacidad productiva de 400.000 vehículos anuales, sin embargo, se puede ampliar hasta 650.000 sin apenas inversiones, ya que casi el 90% de las necesarias ya se han ejecutado, según enfatiza Biondo, que precisa que para hacer efectivo el incremento se requeriría reorganizar el sistema de trabajo y de equipos y la contratación de personal.

Control de calidad en la zona de montaje de la factoría de Maubeuge. Foto de archivo.

Actualmente, el centro de Maubeuge está operando a dos turnos con una cadencia de 47 coches a la hora —con la llegada del R4, la visibilidad a corto plazo es mantenerlos—, para lo que emplea a 2.633 operarios. Por su parte, el de Douai cuenta con uno con un ritmo de 52 unidades por hora, aunque está en vías de implantar el segundo próximamente después de dejar sin efecto un ERTE en marzo, para lo que están ingresando nuevos trabajadores, que totalizarán unos 750 nuevos. Al cierre de 2023, tenía en nómina a 2.730 personas.

Con el mencionado potencial de ensamblaje, el hub del norte de Francia quiere satisfacer el objetivo de Ampere de comercializar 300.000 automóviles en 2025 y de un millón para 2031. Para este último volumen, el grupo tendrá que dar entrada en la fabricación de VE a nuevas factorías en la segunda mitad de década y ahí es donde las españolas podrían jugar un papel importante.

En cuanto a los futuros modelos que recibirá Electricity, aparte de los mencionados, están el Alpine A290, el Nissan Micra y un SUV del segmento C de Mitsubishi, todos ellos emplazados en Douai.

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