Con esta segunda generación, la marca coreana confía no solo en mantener el éxito alcanzado hasta ahora sino que sus expectativas pasan por superar las cifras de ventas de su antecesor. Para ello, propone ahora un Kona con una imagen mucho más vanguardista y que crece en dimensiones, con una oferta mecánica bastante completa y un aumento notable en su calidad de acabado y dotación tecnológica.
Ya disponible en nuestro país, se puede adquirir desde 28.490 euros, cantidad que se reduce hasta los 25.190 euros con los beneficios de todos los descuentos previstos por la marca.
Más grande, con una imagen personal
Este nuevo Kona recurre a la moderna plataforma K3, la misma que utiliza el nuevo Kia Niro. A simple vista se puede apreciar que estamos ante un modelo más grande: su longitud se va hasta los 4,35 metros, 15 centímetros más que su antecesor, mientras que su anchura es ahora de 1,83 metros y su altura de 1,57 metros. También aumenta su distancia entre ejes, que se ha estirado seis centímetros para alcanzar los 2,72 metros. Estas cotas lo siguen posicionando entre el Bayon y el Tucson, pero le van a permitir ir más allá de su segmento natural para rivalizar con los representantes más compactos del segmento SUV-C.
Además, este incremento de cotas tendrá una repercusión muy positiva en el interior, que ahora brinda un hueco más amplio, algo que se deja notar especialmente en los asientos traseros, en los que se disfruta de un mayor espacio para las piernas. También se ve beneficiado el maletero, que pasa a tener una capacidad de 466 litros, 105 más que su antecesor. Otra novedad es que el respaldo de la fila trasera se puede abatir en unas proporciones de 40:20:40, aumentando con ello su modularidad interior y las posibilidades de uso.
En lo que se refiere al aspecto de la carrocería, mantiene algunos detalles que lo identifican con la primera generación, pero va más lejos y muestra un estilo más original y con muy poco en común con otros exponentes de la firma coreana. Según el jefe de Diseño Exterior de Hyundai Europa, Eduardo Ramírez, el Kona ha sido desarrollado pensando en la variante cero emisiones, especialmente en todo lo que atañe a la aerodinámica, con una sustancial mejora que le otorga un coeficiente Cx de 0,27. Su estética es moderna y vanguardista y llaman mucho la atención unas finas bandas luminosas transversales en el frontal y en la zaga, así como unas llantas más grandes, de 16 a 18 pulgadas, «para que el coche muestre un mayor equilibrio», según aseguró el diseñador canario.
Doble pantalla y multitud de mandos
El interior también se ha renovado por completo, pudiéndose apreciar una mejor calidad de acabados. Pero lo que más llama la atención son las dos pantallas digitales, la de la instrumentación y la del sistema multimedia, ambas de 12,3 pulgadas y unidas entre sí, la última dotada con la tecnología Over-The-Air (OTA) que permite actualizaciones online y sin tener que acudir al concesionario.
Sus diseñadores han tenido muy en cuenta la ergonomía y sobre todo la practicidad, por lo que no han escatimado, a diferencia de lo que suele ocurrir en la actualidad, con los mandos y botones físicos, muy fáciles de localizar y perfectamente al alcance de la mano del conductor.
El nuevo Kona está disponible con cuatro niveles de acabado: Maxx, Tecno, N Line y N Line Style, contando con un equipamiento de serie muy completo desde sus versiones más básicas y acentuando sus rasgos deportivos en la familia N Line.
A la espera de los eléctricos
La gama de esta segunda generación queda conformada por cuatro motorizaciones, algunas de ellas electrificadas. La versión de acceso está dotada con el propulsor de gasolina de tres cilindros 1.0 T-GDi de 120 CV con etiqueta C, disponible con caja de cambios manual o con una automática DCT de doble embrague. Por encima encontramos ese mismo motor pero con un sistema de hibridación ligera MHEV de 48 V, que responde con la misma potencia y que está unido al mismo cambio manual pero que luce etiqueta ECO.
No está previsto que haya un acabado deportivo como el Kona N de su anterior generación, por lo que los amantes de las altas prestaciones deberán conformarse con el motor 1.6 T-GDi de 198 CV, siempre con transmisión automática y con la posibilidad de poder elegirlo con tracción delantera o 4×4, en estos casos con etiqueta C.
La gama se completa con una variante híbrida autorrecargable HEV de 141 CV con etiqueta ECO.
A diferencia de lo que ocurre en el Kia Niro, con el que comparte plataforma, no habrá una especificación híbrida enchufable. Sí que veremos dentro de unos meses una variante cero emisiones disponible en dos versiones: Standard Range, con 156 CV y 255 Nm de par alimentada por una batería de 48,4 kWh que asegura una autonomía de 342 km; y Long Range, en este caso con un electromotor de 218 CV y 255 Nm de par junto a un acumulador de 65,4 kWh que brinda un rango de uso de 490 km.
Este nuevo Hyundai Kona se pone al día en el ámbito de los sistemas de ayuda a la conducción y de seguridad (ADAS). Entre ellos destaca el de monitorización por cámara del piloto, que avisa de cualquier tipo de distracción en la conducción; el asistente inteligente de aparcamiento, que permite estacionar desde el exterior del vehículo utilizando el mando de la llave; así como una serie de sistemas que elevan al SUV de origen coreano en un nivel 2 de conducción autónoma.