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La escasez alemana de chips durará años, según un directivo de Audi

Según un directivo de Audi, la crisis de chips que dificultó la producción de la industria automovilística alemana durará años. Además, las empresas apuestan por los semiconductores de carburo de silicio.

La escasez alemana de chips durará años, según un directivo de Audi
Imagen de archivo de la planta alemana de Ingolstadt.

Un alto directivo de Audi afirmó este viernes que la escasez de semiconductores tardará años en resolverse, según declaraciones recogidas por Reuters. La crisis de microchips ha dificultado la producción mundial de vehículos, sin embargo la industria alemana ha sido una de las más afectadas.

A raíz de esto, empresarios y políticos están replanteándose las vías de suministro e intentando reducir la dependencia de proveedores asiáticos y estadounidenses. Podemos notar esos movimientos de Berlín en los últimos acuerdos que el país germano ha alcanzado en las últimas semanas, como el pacto llegado con Intel o TSMC quienes anunciaron planes para construir factorías, tras la aprobación de subvenciones millonarias.

El responsable de Compras de Audi, Renate Vachenauer, declaró en el diario Augsburger Allgemeine que se necesitan años e invertir «miles de millones de dólares» para hacer eso. Aunque sí destacó que para aliviar un poco esta crisis se podría «reducir la variedad de chips» que hay actualmente en los vehículos.

Además, añadió que es necesario «utilizar muchas palancas para estabilizar el suministro de semiconductores y también abastecernos en cierta medida en el mercado de intermediarios».

Chips de carburo de silicio

Mientras se supera la escasez de componentes, numerosos proveedores de todo el mundo se decantan por invertir numerosas sumas de dinero en semiconductores de carburo de silicio, según Automotive News.

Entre estas empresas se encuentra Robert Bosch, quien cree que este mercado aumentará en los próximos años, con un crecimiento anual del 30%, a medida que aumente la electrificación de los vehículos.

Estos chips permiten una carga más rápida al ser más estables a altos voltajes, ocupan menos espacio que los chips de silicio y son más eficientes, lo que ayuda a los fabricantes de automóviles a ahorrar espacio, aumentar los tiempos de carga y ampliar la autonomía hasta un 6%.

A Bosch también se le suman otras empresas, como BorgWarner, que invirtió 500 millones de dólares (unos 454 millones de euros) en Wolfspeed en noviembre, un fabricante de chips de Carolina del Norte, a cambio de acceso a 650 millones de dólares (591 millones de euros) anuales en chips de este tipo. En julio, Magna International firmó un acuerdo de suministro a largo plazo de este material con el productor de microchips Onsemi.

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