Honda ha anunciado que comenzará la venta del nuevo sistema de pila de combustible que ha desarrollado junto a General Motors a mediados de década. Esta generación, la sucesora de la que equipaba el modelo Clarity de la japonesa, cuenta con el doble de durabilidad y reduce los costes un tercio. Además, sentará las bases para una futura tecnología que vuelva a duplicar la vida útil y rebaje los gastos a la mitad. El fabricante proyecta unas ventas de 2.000 unidades al año, que ascenderán gradualmente a unas 60.000 en 2030, hasta superar los cientos de miles en la segunda mitad del próximo decenio.
El sistema de hidrógeno se producirá en la planta de ambas compañías en Michigan (Estados Unidos), y se podrá utilizar en turismos, comerciales, maquinaria pesada o, incluso, como fuente de energía estacionaria para empresas. El primer modelo que lo incorporará será un nuevo Honda CR-V, que se ensamblará en la factoría de la nipona en Ohio, se comercializará en Norteamérica y Japón —está por ver si llegará a Europa—, y permitirá la recarga mediante enchufe a la corriente, al igual que un eléctrico.