La grandeza de la oferta todocamino de Peugeot radica en que pisa todas las opciones motopropulsoras y, por tamaño, hasta tres segmentos diferentes. Una profundidad y versatilidad de gama que le ha permitido coronarse como la familia dominante de la casa del león, acaparando, con 26.501 unidades, el 57% de las entregas totales de la marca en nuestro país en estos 10 primeros meses del año.
Al frente se pone el pequeño de la saga, el 2008, que, con 12.916 matriculaciones, lidera las ventas de Peugeot, aun a pesar de estar sufriendo más que otros modelos la escasez de unidades a consecuencia de la crisis de los semiconductores y demás tensiones en la cadena de suministro. A consecuencia de ello, ha perdido puestos en el ranking del segmento B-SUV, tras acabar segundo en 2021.
En cuanto al 3008, saca músculo con sus versiones PHEV, que vienen comandando el mercado español de híbridos enchufables desde 2020, destacando el peso del 50% que representa el canal particular. Condición de líder que también ostenta el 5008, en este caso como el modelo de siete plazas más vendido de los últimos años. No obstante, el más grande de la gama es el único que no incluye en su catálogo una alternativa electrificada.
Hasta ahora. Porque esta “laguna” se solventará en 2023, con el lanzamiento de una variante híbrida ligera (MHEV) de 48V, capaz de impulsar el coche en modo eléctrico hasta un kilómetro y con una transmisión automática de estreno. Para sus dos hermanos, la electrificación ya es norma común.
Como apuntábamos, para el 3008 en forma de hibridación enchufable, con una doble oferta representada por las versiones Hybrid 225 e-EAT8, con 225 CV, tracción delantera y hasta 56 kilómetros de autonomía eléctrica, e Hybrid4 300 e-EAT8, que eleva la potencia hasta los 300 CV, el rango de uso libre de emisiones a 59 kilómetros y dispone de cuatro ruedas motrices. Ambas con una batería de 13,2 kWh de capacidad y dos tipos de cargadores monofásicos integrados, de 3,7 kW de serie y de 7,4 kW en opción.
Finalmente, la inclinación más urbana del 2008 le permite colmar su propuesta verde con la tecnología de propulsión 100% eléctrica, de fabricación española, brindando al conductor una potencia de 100 kW (136 CV) y una autonomía aumentada hasta los 345 kilómetros, tras las mejoras introducidas a finales del año pasado.
Pero el futuro de la gama SUV de Peugeot no se sustentará únicamente en una propuesta mecánica sostenible. Seguirá incidiendo en el diseño, seña de identidad de la enseña durante la última década, bajo la premisa de que sea reconocible sin la necesidad de replicarse a escala en distintos modelos; y de puertas adentro, reafirmando su apuesta por el concepto de puesto de conducción i-Cockpit, de cierta controversia, pero de indudable aceptación, a tenor de las 10 millones de unidades vendidas equipadas con él en los últimos 10 años.
Reforzando el capítulo tecnológico, aglutinando en sus modelos los más avanzados sistemas de seguridad y asistencia a la conducción, y todo ello bajo el concepto Allure —sin un término similar en español, aunque podría equivaler a distinción o elegancia— como un barniz que quiere aplicar la marca para elevar su estatus hasta la frontera del ámbito premium.
