Wallbox, una compañía española dedicada a la fabricación de puntos de carga para vehículos eléctricos, inauguró el pasado 27 de octubre una planta en Arlington (Texas), siendo este su primer centro en Estados Unidos y el cuarto en total de la firma, teniendo en cuenta los dos de Barcelona —uno en Sant Andreu de la Barca inaugurado en 2015 y otro en la Zona Franca que inició la producción en abril de este mismo año—, y el de China.
Con una inversión de 70 millones de euros y 12.000 metros cuadrados de extensión, está diseñada para producir más de 250.000 unidades en 2022 y más de un millón en 2030, o lo que es lo mismo, todos los cargadores eléctricos de la marca para el mercado norteamericano, que irán enfocados a varios segmentos de uso, como la carga residencial, la bidireccional y la hiperrápida en estaciones en autopistas.
Con esta nueva factoría, se complementan las operaciones y servicios de Wallbox en Norteamérica, incluida su sede corporativa situada en Mountain View (California), y los almacenes en Burlington (Carolina del Norte) y Bloomington (California). En cuanto a su primer producto, será el modelo Pulsar Plus, y en 2023 se espera que comience la producción del Hypernova.
Además, se prevé que se duplique la plantilla en los próximos 12 meses y que en 2025 dé trabajo a 250 personas en el área de Arlington y aproximadamente a 700 en 2030. Asimismo, los dispositivos que salgan de este centro podrán beneficiarse de Buy America, un decreto promulgado en el país que prioriza la adquisición de equipamientos fabricados en territorio estadounidense.
