La industria española de componentes concluyó 2021 con una facturación de 32.085 millones de euros, un crecimiento del 6,24% respecto a los 30.200 millones de 2020, según datos de la patronal Sernauto. Sin embargo, esta cifra queda aún lejos de los niveles prepandemia, concretamente un 10,43% por debajo de los 35.822 millones de 2019. Aun así, la organización se mostró optimista respecto a este año, para el que proyectan un alza del 10% en esta estadística, pero todavía habrá que esperar hasta 2023 para recuperar los niveles previos a la Covid-19.
El marcador que más se incrementó en comparación con el ejercicio previo fue el de las exportaciones, que con un valor de 19.669 millones de euros aumentaron un 9,88% en comparación con los 17.900 millones de 2020. Es decir, representan un 61,3% del total facturado, superando la barrera del 60% que no se consiguió hace dos cursos.
De la porción correspondiente al mercado doméstico, 12.416 millones, la mayoría correspondieron al suministro de equipos y componentes a los fabricantes automovilísticos, un total de 7.291 millones, pese a que retrocedió un 5,8% interanual. El que sí creció, un 12,3%, fue el apartado de los recambios (5.125 millones), motivado por la antigüedad media del parque de vehículos nacional, unida al regreso de la movilidad con la relajación pospandemia.
“Los datos que presentamos hoy muestran el enorme esfuerzo que estamos haciendo los proveedores para poder afrontar los problemas globales y no quedarnos atrás en esta carrera mundial que es la automoción”, destacó Francisco Riberas, presidente de Sernauto.
Inversión en crecimiento constante
En cuanto al gasto de las compañías del sector en I+D+i, el último año fue de 1.164 millones, un 8,28% por encima de los 1.075 millones de hace dos. Esto supone un ratio del 3,63% de los ingresos, que se mantiene, por tanto, constante respecto a 2020 y en la media del último lustro (4%).
Asimismo, esta industria destinó 1.361 millones de euros a elevar y mejorar sus capacidades productivas, con la transformación tecnológica en mente para mantener la competitividad.
“Están siendo meses muy complicados, con múltiples factores exógenos que nos están afectando sobremanera, y aun así nuestras empresas siguen apostando por la I+D+i, por el talento y la expansión internacional. No nos queda otra si queremos que nuestro país siga siendo referencia en el entorno global”, valoró Riberas.
Retroceso en el empleo
Por otro lado, el volumen de ocupación del sector experimentó un retroceso en ambos aspectos, general y directo. En el primer caso, los 326.600 trabajadores con los que se cerró 2021 suponen un 5,2% menos que los 344.500 del año precedente, mientras el número de empleados directos, 201.450, se contrajo en el mismo porcentaje (212.500 en 2020).
Según la Asociación Española de Proveedores de Automoción, esta pérdida se debe al fin de los ERTE, el descenso en la actividad productiva y el cierre de algunas plantas. Con todo, espera ir recuperándolos paulatinamente, con un aumento del 2% estimado para este curso. Eso sí, todas las previsiones realizadas dependerán de la evolución que tengan los diferentes factores externos —conflicto de Ucrania, precio de las materias primas y la energía, resistencia de los mercados—.
“Es imprescindible el apoyo de la Administración pública a este sector estratégico de la economía española. Debemos ser capaces de que los fondos europeos lleguen de forma rápida y eficaz a las empresas del sector para que no se queden atrás por todas las dificultades que en estos momentos están atravesando”, concluyó José Portilla, director general de Sernauto.