Con el futuro de la conducción en manos de la electrificación, las marcas van dirigiendo sus apuestas hacia este terreno, cada vez con más potencial. Hyundai no es ajena al cambio de dinámicas; al contrario, ya inmersa en el escenario, tiene como reto ser el mayor proveedor de movilidad eléctrica en 2025 en Europa. El año pasado consiguieron vender 60.000 VE en el continente, y sus aspiraciones se elevan hasta conseguir colocar 560.000 unidades en los próximos dos años.
Ese camino se inicia con el Ioniq, la submarca 100% eléctrica de los surcoreanos, y con el primer modelo cero emisiones de la gama, el Ioniq 5, un CUV de perfil dinámico preparado para los avances del siglo XXI pero con inspiración retro, ya que hereda el diseño del Pony Concept que la marca sacó en 1974. Es la primera piedra de la nueva construcción de Hyundai, basada en la arquitectura específica para vehículos de baterías E-GMP de la marca, al que le seguirán en el futuro los Ioniq 6 (2022) e Ioniq 7 (2023).
Las baterías de las que dispone son de 58 kWh y 72,6 kWh, que le bridan una distancia total de recorrido, en ciclo WLTP, de 481 kilómetros, que puede llegar a ser en ciudad de hasta 686 km. El Ioniq 5 permite, gracias a su plataforma E-GMP, cargas de 400 y 800 voltios, ofreciendo de serie dicha capacidad sin necesidad de adaptadores ni componentes adicionales. Con un cargador de 350 kW, el vehículo puede pasar del 10% al 80% en tan solo 18 minutos, u obtener 100 kilómetros adicionales de autonomía en cinco minutos de carga.
Disponible en redes, está presente con potencias de 170 y 300 CV y con tracción total o trasera. Por especificaciones, aquellos modelos con la batería más baja, con AWD alcanza una potencia de 173 kW y par de 605 Nm, mientras si es trasera su potencia baja hasta los 125 kW, con par de 350 Nm. En el caso superior de baterías, la tracción completa tiene 225 kW y a dos ruedas 160 kW. Indistintamente del motor eléctrico, ambas variantes ofrecen una velocidad máxima de 185 km.
Tecnología punta en la conducción
Una de las novedades con las que parte este modelo es la función V2L (Vehicle to Load), que le permite cargar dispositivos como bicicletas eléctricas o patinetes con tan solo usar la batería del vehículo, que suministra una potencia de 3,6 kW, por lo que podría cargar hasta otro vehículo eléctrico.
Diseñado con un capó de tipo concha, inusual en el fabricante asiático, ello minimiza los huecos entre paneles para mejorar su aerodinamismo, algo que también se ve en la disposición de sus tiradores escamoteables enrasados. No obstante, y siguiendo la esencia surcoreana, un elemento a destacar en su visión exterior es la parcela óptica, con faros rectangulares pixelados en forma de “U”, cada uno con 246 píxeles, con los de la zona trasera formando estas figuras geométricas horizontales que corresponden a un carácter del alfabeto coreano.
La carrocería CUV permite unas extraordinarias proporciones y unos voladizos cortos gracias a la extensión de la distancia entre ejes, de 3.000 mm, midiendo 4,63 metros de largo, 1,89 de ancho y 1,60 de alto, ofreciendo un espacio similar al de un vehículo del segmento D. Parte con opción de acabado en nueve colores distintos, así como con dos tipos de llantas aerodinámicas, de 19 y 20 pulgadas, estilizadas estas últimas como flores de loto.
Respecto a su innovación tecnológica, su salpicadero luce un diseño limpio, horizontal, con dos pantallas digitales de 12”, que simplifican al máximo el uso de los botones. El conductor puede tener la tranquilidad de no perder de vista la carretera gracias al sistema Head-Up Display, con realidad aumentada, que proyecta información relevante (velocidad del vehículo y máxima de la carretera, obstáculos, incidencias) en la luna delantera. A este se le une, en la parcela de los sistemas de seguridad ADAS, el Highway Driving Assit 2 (HDA2), que controla la velocidad y distancia con otros coches y le mantiene en su carril.
Como estar en casa
Hablar del interior ya es determinar comodidad y espacio. Pero también ruptura con el pasado, y es que el Ioniq 5 rompe los esquemas en el volante al no incluir el logo de Hyundai, toda una declaración de intenciones con la que buscaba reducir cualquier distracción visual. Los asientos delanteros tienen un 30% menos de grosor, son ajustables electrónicamente y cuentan con una función relax que permite reclinarse hacia atrás, dando una sensación placentera, de recogimiento, como tumbarse en el sofá del hogar, con un apoyo para las piernas. Este avance no se descarta en la parte trasera, ya que gracias a la amplia distancia de los ejes, donde los pasajeros también pueden deslizar sus asientos hasta 135 mm hacia delante y atrás.
Para el revestimiento interior (asientos, tapicería, reposabrazos), Hyundai lo ha moldeado usando materiales ecológicos, procedentes de fuentes sostenibles, como botellas PET recicladas e hilos de origen vegetal, hilos de lana natural, pintura biológica o cuero eco-procesado con extractos vegetales. En materia de carga, El Ioniq 5 ofrece 531 litros de espacio para el equipaje, triplicado hasta 1.587 litros con los asientos de la segunda fila plegados.
El precio de partida para el modelo base es de 43.620 euros, con 125 kW y batería de 58 kWh y RWD Light; el siguiente, el Ioniq 5 de 160 kW con batería de 73 kWh RWD Light, sube hasta los 46.320, y hasta los 55.920 euros en RWD Energy; así como el Ioniq 5 de 225 kW, con batería de 73 kWh AWD Energy, con salida de 59.020 euros. Con los descuentos de la marca y el Plan Moves III, el importe final puede verse reducido en algo más de 7.000 euros.
