La propuesta de reforma fiscal que ha trasladado la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) al Gobierno y que consiste en la supresión del Impuesto de Matriculación y la creación de uno nuevo permitiría alcanzar una recaudación de alrededor de 2.700 millones de euros anuales, según han confirmado fuentes del sector conocedoras de los planteamientos de la patronal.
Estos ingresos públicos, que los recaudaría el Estado para posteriormente repartir el dinero entre las comunidades autónomas --actualmente, tienen transferido el Impuesto de Matriculación--, supondrían una fuerte inyección adicional para el erario, de unos 2.000 millones, toda vez que con la tasa que se paga al registrar los coches se generan, en un año normal, 616,13 millones, la cifra que se contabilizó en 2019 --el año pasado, por el descenso del mercado de automóvil del 32,4%, cayó hasta los 372,99 millones--.
El nuevo tributo gravaría el parque de vehículos circulante, a partir de las emisiones de CO2 y la normativa Euro que le corresponda a cada modelo --la tabla con la baremación tiene su origen en una propuesta de Ford--, es decir, se penalizaría la antigüedad, con el fin de avanzar en la descarbonización y mejorar la calidad del aire de las ciudades y la seguridad vial. En la argumentación de Anfac, además, se deja constancia de que este nuevo sistema impositivo sería una palanca clave para contribuir a la renovación de coches antiguos, un problema relevante en España con una edad media de la flota de 12,5 años, lo que coloca al país a la cola de la UE.
El pago de la tasa sería con una cuota anual, que, según expuso recientemente el presidente de VW Group España Distribución, Francisco Pérez Botello, "no supondría una cantidad muy grande", siendo algo "casi imperceptible para una familia media". Asimismo, según aseveran fuentes del sector, se incluyen especificidades para "los consumidores vulnerables". El abono, no obstante, no recaería sobre todos los vehículos, sino sobre los turismos y comerciales, quedando excluidos el transporte de mercancías y de viajeros y los servicios profesionales, como los taxis, entre otros.
Cubrir la modificación del IVA
Gracias a los 2.000 millones adicionales que se recaudarían, Pérez Botello apuntó que se podría "compensar" la recepción de menores ingresos por IVA si se aplicase un tipo cero para los eléctricos y uno reducido para los híbridos enchufables. En la asociación de fabricantes han calculado que se podría eliminar la tasa sobre el valor añadido de "entre 190.000 y 300.000 vehículos, cuando el objetivo del Gobierno a 2022 para los electrificados es de alcanzar una exención para 120.000", según fuentes sectoriales.
Pese a todo el potencial que tendría el planteamiento de reforma fiscal de Anfac, en el que ya no se solicita la revisión del Impuesto de Circulación, el Gobierno no considera prioritario analizarlo e implementar los cambios que se consideren, desoyendo la urgencia que reclama el sector, que ha visto cómo desde enero el 48,4% del mercado paga más Impuesto de Matriculación al aplicarse los valores de CO2 del WLTP.
"Todo sigue parado y no parece que haya mucho interés en moverlo por parte de Hacienda ni otros departamentos", sostienen fuentes del sector, que destacan que el principal apoyo del automóvil está en el Ministerio de Industria, que sí tiene la voluntad de acelerar los plazos. Aunque la cartera de María Jesús Montero condiciona cualquier paso adelante en fiscalidad a la creación de un grupo de expertos a comienzos de este año, que analizará el conjunto de los tributos de España --fuentes ministeriales señalan que se constituirá "lo antes posible", con la previsión de que las primeras conclusiones lleguen a mediados de 2021--, lo cierto es que ya hubo algún intento en la Administración central por mover la casuística del motor, sin embargo, fue infructuoso.
Posiciones enfrentadas
De acuerdo con fuentes sectoriales, se activó un grupo de trabajo interministerial de técnicos promovido por Transportes, pero "quedó congelado por falta de consenso". En esta ocasión, el obstáculo no sería Transición Ecológica, que "acogería bien la filosofía de aplicar criterios ambientales".
Sea como fuere, todo indica que, nuevamente, la modificación de impuestos se está viendo lastrada porque se considera un tema espinoso por parte del Gobierno, que vería "impopular" aplicar una nueva figura sobre todo el parque, a pesar de las ventajas que conllevaría su configuración, sentencian fuentes del sector.
Con todo este contexto, en el sector, dados los plazos largos que se esperan para que se aborde la reforma, todavía se sigue reclamando al Ejecutivo que modifique al alza de manera urgente los tramos del Impuesto de Matriculación para poner fin a la mayor presión fiscal, que agrava la caída de ventas actual. Una petición que sigue vigente a pesar de que fue descartada por la Administración central el pasado noviembre, como adelantó esta publicación.
«Hay que corregir este disparate para frenar la hemorragia que está padeciendo el automóvil», aseveró Pérez Botello, que comparó el descenso de ventas de enero en España del 51,5% con el de Francia (-5,8%) o Italia (-14%), dos países que, junto a Portugal, modularon sus tasas con la aplicación de la nueva certificación ambiental.
Pese a la insistencia de las empresas, fuentes sectoriales señalan que "a estas alturas es muy poco probable" que se retome la modificación de los epígrafes del tributo.
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