Después de que la planta principal de Magneti Marelli en España, la de Barberà del Vallès (Cataluña), llegase el 3 de marzo a un acuerdo para pactar uno de los primeros ERTE en la industria española de automoción debido a la incidencia del coronavirus, el día 18 fue ratificado para toda la plantilla. Así, un día después, el centro de Llinars del Vallès hacía lo mismo con condiciones muy similares, mientras que el tercero, el de Santpedor, hacía lo propio hoy, 25 de marzo.
Pese a que, en un principio, la idea del proveedor de componentes en España era que los expedientes temporales afectasen a toda la plantilla (salvo a jubilados parciales), fuentes sindicales han asegurado a La Tribuna de Automoción que las órdenes a nivel global del grupo les han obligado a no parar la producción y desafectar a varios grupos de operarios en cada planta.
Así, aun habiendo firmado en las tres factorías paros de 70 días desde la aprobación hasta el 31 de diciembre con compensaciones salariales brutas del 85% y de pagas extras y vacaciones del 100%, desde Barberà —que monta centralitas— reseñan que hasta 82 empleados (de un total de casi 500) están actualmente en las líneas por orden de la empresa; mientras, en Llinars del Vallès se encuentran en una situación similar, con 7 desafectados (de la división de I+D) y 413 con el ERTE aplicado de forma rotativa.
El caso de Santpedor, que fabrica sistemas de escape, es algo diferente. Según destacan las mismas fuentes, los paros se han ido haciendo de forma progresiva mientras se negociaba la regulación laboral, suprimiendo el pasado 16 de marzo el turno de noche, bajando la producción entre el 17 y el 20 a 12 personas en dos turnos de seis horas; y reduciéndolo a su vez entre el 23 y el 25 a siete personas en dos turnos de siete horas y media. A partir de la firma, únicamente esos siete trabajadores continuarán operando “de forma excepcional” sobre un total de 120 efectivos.
Para las tres plantas, Magneti Marelli ha validado, además de las condiciones pactadas con UGT y CCOO, que, en caso de despido, se complementará durante los primeros tres años el desempleo consumido y las subidas salariales si las hubiese.
