El Grupo Antolin, uno de los grandes fabricantes de componentes de España, ha cerrado sus doce plantas dentro de nuestras fronteras con respectivos ERTE de 90 días, los cuales han sido pactados en todas con el Comité de Empresa.
Estos expedientes temporales, que, según fuentes sindicales, se han acordado por causas productivas —y no por fuerza mayor, como está ocurriendo en gran parte de la industria debido al avance del Covid-19—, implican una compensación al 85% del salario bruto y al 100% de las pagas extra y las vacaciones.
Así, los más de 1.400 trabajadores que el proveedor emplea en sus dos plantas de Almussafes (Valencia), Arazuri (Navarra), Barcelona, las cuatro de Burgos, Castañares (Burgos), Sollana (Valencia), Valladolid y Vitoria llevan en sus casas desde los últimos días de la semana pasada, después de que los ERTE se fueran firmando entre el miércoles 18 y el jueves 19 —el cierre de cada factoría se produjo al día siguiente de la aprobación—.
Tal y como aseguran las fuentes consultadas por La Tribuna de Automoción, la regulación laboral ha salido adelante con el voto favorable de, al menos, CCOO y UGT en todos los centros, y deja únicamente sin afectación a jubilados parciales, los equipos directivos (de tres o cuatro personas, como máximo), y a un administrativo por localización para poder realizar las nóminas de los operarios.