Ignacio Anasagasti / Madrid
El presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Vehículos (Anfac), José Vicente de los Mozos, ha tendido la mano a las administraciones públicas para “encontrar puntos de encuentro” en relación a las medidas a aplicar para gestionar la transición hacia una movilidad más sostenible “de una manera más ordenada”, un mensaje, eso sí, que se ha visto acompañado de un análisis bastante crítico de la situación actual.
“Estamos preocupados con el sector. Una presión hacia una transición excesivamente acelerada puede poner en peligro la competitividad de las fábricas“, ha sentenciado el directivo, quien ha lamentado que la “diversificación de marcos normativos” que se está produciendo, con cuatro leyes de cambio climático encima de la mesa (Baleares, Cataluña, Andalucía y Navarra) y otros 50 planes locales de calidad del aire, “dificulta” que la industria evolucione sin ver dañado su actual peso en la economía.
“Queremos que el sector siga siendo estratégico y hacerlo conjuntamente, pero, desgraciadamente, hay muy mala coordinación entre las administraciones. Esperamos que mejore”, subrayó el responsable de la patronal, que participó este mediodía en la presentación, en Madrid, de la edición del centenario del Salón del Automóvil de Barcelona, que se celebrará del 11 al 19 de mayo (9 y 10 para prensa y profesionales).
Pese a dibujar un escenario, en muchos frentes, negativo, De los Mozos quiso reafirmar el fuerte compromiso de los fabricantes con el futuro, además de destacar la ambiciosa hoja de ruta que guía sus acciones: “Queremos posicionar a España como el país más eficiente de Europa”. En este sentido, apuntó que las marcas están siendo muy proactivas apoyando a los diferentes gobiernos, por ejemplo ofreciendo la posibilidad de “complementar las ayudas directas a la compra para conseguir una movilidad asequible, contribuyendo al despliegue de la infraestructura de recarga, trabajando iniciativas de uso compartido de vehículos y proponiendo una fiscalidad favorable”.
Para Anfac, la transición no debe implicar prohibiciones, “sino otras muchas cosas”, aunque básicamente tiene que pasar por “ir en línea con Europa”, lo que se traduce en “establecer objetivos de descarbonización, pero respetando el principio de neutralidad tecnológica”, apostilló el presidente, quien considera como “prioridad dar confianza al consumidor” para acabar con la inestabilidad del mercado español.
Como parte del compromiso para conservar la fortaleza del sector en España, informó de que la asociación va a presentar, coincidiendo con el Automobile Barcelona, el Plan Estratégico de la Industria del Automóvil para 2040. “No estamos parados ni de brazos cruzados, estamos trabajando para el futuro”, concluyó.
